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  • Adolfo Tenahua Ramos
Presume disfrutando de barra libre de bebidas premium, buffet gourmet con chefs en vivo, lounges climatizados con pantallas de última generación y estacionamiento exclusivo.

Eduardo Rubén Hernández Tapia, secretario de Infraestructura  de Tlaxcala, volvió a poner en evidencia la hipocresía de la llamada “austeridad republicana” al gastar 76 mil pesos en la Zona Verde del Gran Premio de México de Fórmula 1, disfrutando de barra libre de bebidas premium, buffet gourmet con chefs en vivo, lounges climatizados con pantallas de última generación, estacionamiento exclusivo y hasta acceso a pilotos y conferencias. Mientras él brindaba con champagne y posaba en fotos de lujo, los tlaxcaltecas enfrentan carencias y necesidades básicas, y su propio personal es obligado a hacer propaganda política a favor del alcalde Alfonso  Sánchez, utilizando horas de trabajo y recursos públicos para campañas disfrazadas de ciberactivismo. 

Este gasto, que equivale a 65 salarios mínimos diarios en el estado, una clara demostración de desprecio por la población y una burla a quienes viven con lo justo. Pero el derroche de Hernández Tapia no se limita a la Fórmula 1; sus gastos extravagantes incluyen un auto de lujo comprado de contado por 500 mil pesos en 2023, mientras su ingreso mensual declarado es apenas de 44 mil pesos, lo que genera serias dudas sobre el origen de su dinero y el uso de los recursos públicos. Fuentes internas de la Secretaría de Infraestructura aseguran que su ascenso en el gobierno no ha sido producto de méritos, sino de amiguismos y redes de influencia que le permiten vivir como magnate mientras predica austeridad, beneficiándose de relaciones con figuras políticas con historial cuestionable. 

Sus 76 mil pesos en puro entretenimiento no son un gasto discrecional, son un insulto directo a los tlaxcaltecas que merecen servicios, atención y respeto de quienes dicen gobernar para ellos, pero que en realidad sólo buscan llenar sus propias cuentas y alimentar su ego. Mientras él se codea con pilotos y disfruta de comidas gourmet, los ciudadanos viven al día con un salario mínimo lo que representa una ofensa para los tlaxcaltecas y cualquier ciudadano que va al día mientras él con sus influencias de político y funcionario estatal de Rocha dinero  en exceso

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