- Panotla
Con carteles en mano y visiblemente molestos, decenas de pepenadores del relleno sanitario de Tonsil salieron a protestar este lunes tras el cierre del lugar, una medida que —afirman— los deja sin trabajo y sin alternativas para sobrevivir.
Los manifestantes aseguran que más de 250 familias viven del reciclaje y la separación de basura en ese sitio, pero desde que el gobierno estatal ordenó detener las operaciones, se quedaron sin ingresos y sin respuesta. “Nos prometieron empleos, apoyos, programas… pero no ha llegado nada. Solo vinieron a tomarse la foto”, reprocharon.
Además, denunciaron que la maquinaria está detenida y la basura empieza a acumularse, lo que genera malos olores, plagas e insalubridad en la zona. “Dicen que lo cierran por salud, pero lo que están haciendo es enfermarnos de hambre”, expresó una de las trabajadoras afectadas.
El gobierno del estado argumentó que el cierre responde a una instrucción de la Profepa, pero los pepenadores aseguran que el sitio aún tiene capacidad para operar y que la clausura se realizó sin ofrecer opciones reales de empleo.
“No somos basura, somos trabajadores. Queremos soluciones, no discursos”, gritaron frente al acceso del relleno, donde exigieron la presencia de las autoridades para que escuchen sus demandas y les den una respuesta inmediata.
Mientras tanto, el olor a descomposición aumenta, las familias esperan y el silencio oficial se vuelve, una vez más, el eco de la desesperanza.


