La empresa Mitofsky ha sido muy obsequiosa en sus encuestas con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros. Lo ha sido desde el inicio de su administración. A diferencia de otras casas encuestadoras, la ubica en muy buen ranking nacional, dentro del top ten. Pero esos resultados no coinciden con otros estudios que, al contrario, la colocan en los últimos lugares.
La percepción de quienes habitamos el estado es, sin embargo, muy diferente a los resultados de las encuestas de Mitofsky. La apreciación es de decepción y, en muchos miles, molestia.
Hay motivos y los hemos explicado en este espacio: desde la preocupante inseguridad que lastima a miles de familias tlaxcaltecas, hasta la colocación de una pléyade de funcionarios en el gabinete que poco o nada saben de Tlaxcala debido a que provienen de otras entidades federativas. Y no se diga de la corrupción y el nepotismo.
Sin embargo, a pesar de estar bien evaluada por Mitofsky, ni siquiera esta empresa la salva de lo lejos que está en la aprobación que hoy en día alcanza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, dentro del estado de Tlaxcala. Comparativamente, la diferencia es de 30 puntos.
Cuéllar Cisneros no se da cuenta de esa realidad, o acaso muy someramente, como si estuviera rodeada en una esfera de cristal desde hace muchos meses. Y en ese halo de protección en el que se encuentra, tiene frente a sí una de las decisiones más importantes de su vida política: elegir a su favorito o favorita para sucederla en el cargo.
Ella confía en que su decisión coincidirá con la de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, pero no necesariamente será así, siendo que ambas provienen de caminos diferentes. La gobernadora, de una vieja escuela priista que hoy está en plena extinción, y la presidenta de una izquierda cuyo sentido social busca poner a su gobierno. Las dos son muy disímiles.
¿Quiénes son los dos alfiles de la mandataria estatal? El presidente municipal de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, y la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora. ¿Cómo les va a estos dos personajes en las encuestas? Veamos.
De un total de 150 alcaldes de todo el país, el de Tlaxcala se ubica en el lugar 139, con una aprobación de apenas el 34.4 por ciento, de acuerdo con la encuesta de octubre dada a conocer por Mitofsky.
Al menos, si acaso le sirve de consuelo, se encuentra en mejor posición que sus pares de Apizaco, Javier Rivera, que está en el lugar 144 con una aprobación del 29.7 por ciento; y de Chiautempan, Blanca Angulo, que está ubicada en el 150 con un 21.1 por ciento de aprobación.
En el caso de Josefina Rodríguez Zamora, Polls.mx nos dio a conocer este martes los resultados de una encuesta elaborada por la empresa Gobernarte S.C., en la que fueron evaluados 22 funcionarios del gabinete federal. En ella, la empresaria restaurantera se encuentra en el lugar 18, con una aprobación del 40 por ciento y una reprobación del 60 por ciento.
Muy lejos de los primeros tres lugares: Omar García Harfuch, Marcelo Ebrad y Juan Ramón de la Fuente, secretarios de Seguridad, Economía y Relaciones Exteriores, respectivamente. Pero muy cerca de los últimos cuatro: Jesús Antonio Esteva Medina, Claudia Curiel de Icaza, Julio Berdegué Sacristán y Elena Vega Rangel, titulares de Infraestructura, Cultura, Agricultura y Desarrollo Agrario, respectivamente.
¿Qué tiene para presumir de sus dos alfiles la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros? Realmente poco, tal vez nada. Ni ella misma alcanza buenas aprobaciones.
Lo malo de todo esto, para lo que ella pretende, es que en la presidencia de la República hay pleno conocimiento de esto que aquí se expone, lo cual no es poca cosa.

