Algo anda mal en la dirigencia estatal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezada por Marcela González Castillo. Mal porque la presidenta del Comité Ejecutivo Estatal, que debiera trabajar para fortalecer el trabajo del partido de cara a las elecciones de 2027, despacha de manera cotidiana en un búnker para hilar y tejer apoyos de uno de los aspirantes a la candidatura gubernamental, la de su esposo, el alcalde de Tlaxcala Alfonso Sánchez García.
¿Dónde está ubicado ese búnker? En calle Teotlalpan esquina con calle Obispotla. Ese edificio es ocupado Marcela González para reunirse con funcionarios del gobierno estatal, diputados locales, presidentes municipales y presidentes de comunidad.
El inmueble, cuya propiedad es del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, es utilizado también por el alcalde capitalino para sostener reuniones con diversos actores políticos, incluso en horarios laborales. Por ahí han desfilado, por ejemplo, el presidente municipal de Yauhquemehcan, David Vega Terrazas, y el presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, Ever Aejandro Campech Avelar.
Pero la presidenta estatal de Morena no tiene ese edificio como el único para despachar. También se encuentra uno en calle Reforma No. 13, de San Diego Metepec. De hecho, ese lugar fue utilizado por Marcela González para entregar apoyos económicos a las personas operadoras de su estructura política para promover el voto de aspirantes a un cargo dentro del Poder Judicial local, previo a la elección del pasado 1 de junio.
La estructura que ahí se reunió correspondió a los tres distritos electorales federales, y fue en ese lugar donde se entregaron los acordeones que en su momento fueron distribuidos a los electores de la elección.
Pero, además, Marcela González cuenta con otros dos búnkeres para trabajar a favor de su esposo: uno es conocido como Rancholandia, ubicado en carretera Apizaco-Tlaxco Km 21, en Tecomalucan, Tlaxco -que también es propiedad del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya-; y otro más en calle Tlacoxotla sin número, en Santa Anita Huiloac. En ambos, se reúnen estructuras en apoyo de Sánchez García.
Marcela González falla en su labor de presidenta del partido. Y falla, principalmente, porque sus acciones no son para fortalecer las estructuras partidistas de cara a los comicios de 2027, sino para fortalecer las estructuras de su esposo en busca de la obtención de la candidatura morenista al gobierno estatal.
Totalmente parcial en sus acciones al frente de la dirigencia en Tlaxcala, en el Comité Ejecutivo Nacional debería haber mirada atenta de lo que sucede en el estado, que no es poca cosa.
En la última visita a Tlaxcala de la lideresa nacional Luisa María Alcalde, hubo una molestia manifiesta en contra de Marcela González por sus resultados en el número de afiliaciones a Morena. Los números dejaron qué desear. Además, no recibió el apoyo para montar su estructura a la de los comités seccionales.
Es decir, las cosas no pintan bien para Marcela González Castillo, quien de seguir en esa dinámica, seguramente pronto observaremos su relevo en la dirigencia. Más aún si la candidatura, como todo hace indicar, no recae en su esposo Alfonso Sánchez García. Ella no garantiza la unidad del partido, pues se ha puesto del lado de uno de los participantes. Está jugando su resto, al igual que otros actores políticos. De eso, sin embargo, hablaremos en una próxima entrega.

