¿Usted fue al festival de paellas de la feria de ferias 2025? Si sí, seguramente vio más que una celebración gastronómica. Si no, tranquilo, tranquila, la fotografía que salió de ahí habló por todos, y habló fuerte.
Las imágenes son pequeñas ventanas donde el poder se muestra sin filtros, por lo que la foto que dejó la Feria de Ferias reveló lo que muchos ya sospechaban, rumbo a 2027, hay favorito, y está sentado exactamente donde debe estar.
El equipo lorenista llegó puntual, disciplinado, organizado para arropar a su lideresa, pero entre todo ese cuadro meticulosamente armado, solo una figura destacó sin esfuerzo, Alfonso Sánchez García, presidente municipal de Tlaxcala.
Ponchito no solo llegó, se sentó al costado de Lorena Cuéllar Cisneros, en ese lugar que no se asigna al azar, sino al heredero político. Los demás, mientras tanto, quedaron de pie, posando desde atrás, como invitados secundarios en la foto que definirá su temporada.
La distancia entre quienes tuvieron silla y quienes no fue más que simbólica, fue política. Los que quedaron al fondo mordían su coraje detrás de sonrisas demasiado tensas, demasiado falsas como para engañar a alguien que haya visto más de dos fotos de política local.
Ellos saben, aunque no lo digan, que compiten con el control desconectado, que su juego ya no tiene dirección, mientras Sánchez García exhibe una serenidad que solo tienen los que ya no necesitan demostrar nada.
Por más que algunos pretendan leer señales inexistentes, la verdadera señal es la imagen misma, una coreografía del poder donde solo uno aparece donde importaba aparecer, el que ya está en la posición donde se sientan quienes esperan tiempos, no quienes luchan por ellos.
Así que no se engañe, ni deje que otros se engañen. Entre paellas, cámaras y sonrisas prestadas, quedó clarísimo que en Morena rumbo a 2027 la carrera ya tiene sentido, así que los demás, allá atrás, siguen tragando saliva para aceptarlo.

