- Apetatitlán
La construcción acelerada de una gasolinera frente a un centro de atención infantil en Apetatitlán ha causado descontento en los pobladores.
Documentos municipales consultados por vecinos y la evidente falta de dictámenes públicos de protección civil revelan un manejo opaco por parte del alcalde Azaín Ávalos, quien nuevamente permite el avance de un proyecto de alto riesgo sin informar a la comunidad ni garantizar condiciones de seguridad para los más de 300 menores que asisten diariamente a la zona.
La edificación permaneció prácticamente abandonada durante años; sin embargo, en las últimas semanas registró un avance inusual. Vecinos señalan que nunca se convocó a una reunión informativa ni se presentó documentación técnica que garantizara la seguridad de los pequeños que diariamente acuden al CENDI convertido hoy en centro de atención infantil.
Y es que la proximidad entre expendios de combustible y espacios educativos suele requerir estrictos estudios de impacto, análisis de riesgo y dictámenes que deben ser públicos. Hasta el momento, el ayuntamiento no ha mostrado evidencia de haber hecho nada de eso.
La omisión es especialmente grave porque el municipio ya vivió recientemente un caso similar: la autorización irregular de una gasera que tuvo que ser revertida tras la presión vecinal. Ese antecedente, lejos de generar prudencia, parece haber sido ignorado por el alcalde, quien repite el patrón de decisiones sin consulta, sin transparencia y sin considerar a la ciudadanía.
Vecinos mencionaron que los propietarios del predio fueron impulsores de la campaña del actual edil, lo que aviva sospechas de trato preferencial y prioridades políticas por encima de la seguridad pública.
Mientras continúan los trabajos y las autoridades municipales guardan silencio, madres, padres y docentes exigen que el ayuntamiento cumpla con lo mínimo: presentar los permisos, mostrar los dictámenes de Protección Civil y suspender la obra hasta que se garantice la integridad de los niños.
Hasta el momento, el alcalde que evade su responsabilidad y permite obras riesgosas sin supervisión es un peligro tan grande como la gasolinera misma.


