- Salud
Tlaxcala cerró 2025 con tres fallecimientos maternos, casos que fueron incorporados al sistema nacional de vigilancia epidemiológica como eventos de alta prioridad por su impacto social y sanitario.
Estos decesos forman parte del monitoreo permanente que realiza la autoridad federal en materia de salud, el cual documenta cada muerte relacionada con el embarazo, el parto o el periodo posterior al nacimiento, con información actualizada hasta mediados de diciembre.
Aunque el número de casos coloca a la entidad entre las que presentan menor incidencia a nivel nacional, especialistas advierten que esta cifra no debe minimizarse, ya que la muerte materna continúa siendo un indicador sensible de la calidad y oportunidad de los servicios médicos.
De acuerdo con el informe más reciente de la Dirección General de Epidemiología, en México se han notificado 480 muertes maternas durante 2025, lo que significa que Tlaxcala aporta menos del uno por ciento del total nacional, ubicándose en los últimos lugares del listado por volumen de casos.
Autoridades sanitarias han señalado que la mayoría de las muertes maternas están relacionadas con complicaciones prevenibles, como hemorragias obstétricas, trastornos hipertensivos del embarazo, infecciones o enfermedades crónicas no controladas, las cuales pueden agravarse ante la falta de seguimiento médico oportuno.
Por ello, organismos del sector salud han reiterado la necesidad de reforzar la atención prenatal, garantizar el abasto de medicamentos e insumos, así como mejorar los procesos de referencia y contrarreferencia para mujeres embarazadas que presentan factores de riesgo, especialmente en zonas con mayor marginación.
Si bien Tlaxcala mantiene cifras bajas en comparación con otras entidades, el reto institucional sigue siendo la reducción total de muertes maternas, mediante la capacitación continua del personal médico, la vigilancia permanente de los servicios obstétricos y el acceso efectivo a atención especializada.
La información forma parte de los reportes oficiales que se utilizan para evaluar políticas públicas, detectar áreas de oportunidad y prevenir nuevos fallecimientos, con el objetivo de salvaguardar la vida y la salud de las mujeres durante el embarazo y el parto.


