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Lechuza quedó bajo resguardo del Zoológico del Altiplano y los coyotes fueron liberados en su hábitat
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Delegación Tlaxcala, recibió de manera voluntaria, de parte de dos particulares, una lechuza (Tito alba) así como dos coyotes (Canis latrans), los cuales fueron atendidos por personal de esta dependencia a fin encontrarles mejores condiciones de vida.
En una primera entrega, una ciudadana del municipio de Santa Isabel Xiloxoxtla, Tlaxcala, se presentó en las instalaciones de la Delegación de la PROFEPA en la entidad para entregar un ejemplar de vida silvestre, conocido como lechuza, la cual, señaló, fue encontrada debajo de un árbol en el patio de su domicilio, con lesiones en un ala.
En otro hecho, un ciudadano entregó a las autoridades de la PROFEPA dos ejemplares vivos de coyotes, un macho y una hembra, los cuales se encontraban en un domicilio particular en el municipio de Xicohtzingo, Tlaxcala.
Los tres ejemplares fueron trasladados al Zoológico del Altiplano del estado, donde personal especializado efectuó una revisión médica a fin de evaluar sus condiciones de salud para determinar si estaban en condiciones de ser liberados o en su caso ser resguardados.
Derivado de las auscultaciones, el encargado de la clínica del zoológico determinó que la lechuza no estaba apta para ser liberada al medio natural por riesgo de no sobrevivir debido a los hábitos y conductas que presentó durante su valoración médica.
Por ello, determinó dejar al ejemplar de vida silvestre bajo resguardo y custodia en las instalaciones del Zoológico del Altiplano, hasta que se determine su destino final.
Respecto a los coyotes, ambos ejemplares presentaron respuesta visual, auditiva y reflejos a diversos movimientos de objetos, así como movilidad en sus cuatro extremidades y resto del cuerpo por lo que fueron liberados.
Personal de la PROFEPA los trasladó al Área Natural Protegida (ANP) Parque Nacional La Malinche, donde encontrarán condiciones apropiadas de su hábitat, en el que podrán alimentarse y refugiarse.
La liberación se realizó con premura a fin de evitar trastornos de conducta por el estrés de las jaulas o alterar sus hábitos de caza-ingesta.
La PROFEPA exhorta a la población a entregar los ejemplares de vida silvestre que detecte fuera de su hábitat, pues recordó que no son mascotas, sino especies que requieren vivir en su entorno natural. Con ello, se fomenta la conservación de las especies y el cuidado de la biodiversidad.