• Pedro Morales
Mucho ruido y hasta ahora pocas nueces en las campañas.

Al entrar a la recta final de las campañas de proselitismo además de las guerras grises y negras, se desatan las declinaciones y adhesiones de quienes no tienen ninguna posibilidad.

Es una estrategia desesperada, primero al ver el piso los candidatos entran en pánico y retan a quien quiera para debatir, eso indica que quieren jalar reflectores, pero olvidan que en efecto, los reflectores alumbran, pero también queman.

Otro acto de desesperación son las declinaciones, de quien sea y con quien sea, ya que la imagen no levanta en las preferencias de los electores, tal vez sean figuras muy conocidas, pero en la realidad no jalan los votos a las urnas.

Ya se agotan los tiempos, pasaron las oportunidades para los obsequios de jarras y tortilleros de plástico o las cubetas, ya se acabaron, lo mismo que la propaganda y lo peor que le puede ocurrir a un candidato es que ni lo conozcan.

Fue el caso de Apizaco, donde una veintena de ilustres desconocidos panistas se pasaron a las filas del tricolor, bueno uno de ellos Juan Antonio González Necochea aprendió las mañas de otros que viven de las declinaciones.

Recordamos los casos de Jorge Corichi en la capital del estado y Chiautempan, quien se auto destapaba en cada proceso electoral, jalaba reflectores con sus incendiarias declaraciones.

A final de cuentas se dejaba “convencer”, para que declinara públicamente en sus aspiraciones, los resultados fueron que con lo que le pagaban se fue a España y creo que llegó en sus aventuras hasta Portugal.

Otro caso curioso fue el de Armando Barceinas, quien antes de dejarnos en este mundo, en tiempos de la campaña de Alex Ortiz tuvo la osadía de pintar sus bardas, quería ser candidato a alcalde.

Luego se dejó convencer, le pagaron los gastos y daños de su campaña, al final declino y se fue de vacaciones a un destino turístico en la Riviera Maya, son casos que recordamos para el anecdotario, pero la historia se repite.

Estos “ilustres” panistas, ahora priistas, encabezados también por una diputada local, nunca dijeron cuantos votos suman a la causa priista en Apizaco.

Sin embargo fueron recibidos con todos los honores y hasta tuvieron el cinismo de levantar la mano a los candidatos del tricolor, como si todos ganaran.

En tanto la realidad es que las campañas no prenden, por más intentos ya la gente no hace caso, las reuniones se ven llenas de la gente de las brigadas, utilizan el truco de los globos salchicha, para que se vea movimiento.

En fin que ya están a la vuelta de la esquina los cierres de campaña, ya veremos otra de las preocupaciones de los candidatos, estarán angustiados para ver quien junta más gente.

Tal parece que en eso les va la vida, ya se les olvida que las reuniones multitudinarias ya no son garantía de triunfo, todo depende del trabajo en campo, de haber llegado donde se tiene que llegar.

Lo demás es historia, aunque queda el último recurso, el que de verdad le da la vuelta a la tortilla y dicen que el mero día de las elecciones hay reparto indiscriminado se “Sor Juanitas” para la compra de votos… YO NO LO CREO.