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Al estar considerado el parque nacional “La Malinche” entre las 108 zonas críticas forestales identificadas en el país por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Delegación de esa dependencia realiza acciones permanentes de inspección y vigilancia para inhibir y contener las actividades ilícitas que afectan el ecosistema.
De acuerdo con información oficial de la Profepa, las afectaciones a la naturaleza en materia forestal son el cambio de uso de suelo en terrenos forestales sin autorización; sobre aprovechamiento del recurso con respecto a los volúmenes autorizados en los programas de manejo de los predios bajo aprovechamiento forestal; la extracción de madera sana (sin plagas ni enfermedades) al amparo de notificaciones de saneamiento; el lavado de madera que se da mediante la utilización de las remisiones y reembarques forestales para amparar más de un viaje; así como la tala clandestina.
De esa manera, el Programa de Combate a la Tala Clandestina que se aplica una de las delegaciones estatales de la Profepa se concentra principalmente en atender la cadena productiva en materia forestal (aprovechamiento, transporte, transformación y almacenamiento de materias primas forestales) de la que se derivan diversos ilícitos ambientales.
Y es que en la mayoría de los estados del país, la capacidad de transformación de materias primas forestales rebasa la capacidad productiva de los terrenos forestales, por lo tanto los volúmenes autorizados son insuficientes para atender la demanda de madera de la industria forestal instalada.
La estrategia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente busca lograr resultados cualitativos y de alto impacto para evitar la degeneración de las 108 zonas críticas forestales identificadas en la República Mexicana.