- Política
Si eventualmente llega a ser gobernadora, la priísta Anabell Ávalos Zempoalteca, dice que llegaría libre de resentimientos.
En entrevista con e-consulta, la hoy ex delegada de la Sedesol en Tlaxcala, descartó persecuciones, y prefirió definirse como factor de unidad en su partido.
Ávalos Zempoalteca acaparó reflectores luego que el gobernador Mariano González Zarur, la humilló en reiteradas ocasiones, llamándola desleal, sobre todo tras aquella comida en la casa de la entonces delegada federal, en la que estuvo presente el ex gobernador poblano, Mario Marín Torres.
Con su renuncia, Ávalos desconfiguró el esquema de partido, con el cual el mandatario preparaba el proceso con el que culminará su sexenio.
La ex funcionaria federal se dijo dispuesta a generar esperanza entre la militancia de su partido, el cual se hallaba en considerable desventaja ante las virtuales candidatas del PAN, Adriana Dávila Fernández, PRD, Lorena Cuéllar Cisneros y Morena, Martha Palafox Gutiérrez.
Fuentes en el CEN del PRI, sostienen que desde el centro la ven como un elemento competitivo para dar la batalla electoral en los comicios de 2016.