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La candidata del PAN a la gubernatura Adriana Dávila Fernández, llegará al debate –de pasarela- sin tener en su plan de gobierno acciones específicas en el rubro de educación y seguridad, además de que llega con un amplio descredito de la población al haber sido exhibida a nivel nacional como la defensora de quienes ejercen la trata de personas y ha provocado que se incremente la inseguridad en la entidad.
No obstante de que su eslogan presume ser la candidata del cambio, a la fecha se desconoce si en su oferta política existe alguna acción concreta que esté enfocada en atender la educación de l@s tlaxcaltecas.
Su partido –el PAN- en meses atrás cuando era oposición en el Congreso local, se opuso a que la actual administración continuara con acciones que no eran prioritarias, y en su lugar priorizara aquellas que estaban orientadas en dotar de las herramientas necesarias al alumnado en general.
No obstante, ese mensaje crítico e incendiario fue apagado de la noche a la mañana, luego de que los panistas fueron incluidos en varias comisiones de las más importantes con tal de tenerlos quietos, situación que prevalece entre los diputados a la fecha.
Incluso, algunos de los críticos fueron premiados con candidaturas para alguna presidencia municipal o bien para presidir alguna de las comisiones más importantes como la de Finanzas y el Comité de Administración por mencionar dos de las más relevantes en el Poder Legislativo.
En el rubro de seguridad, tampoco existe un planteamiento concreto de la senadora con licencia, o al menos públicamente no lo ha abordado y/o su equipo ha desestimado darlo a conocer a la opinión pública para que la población conozca que ofrece la abanderada del PAN o seguirá siendo comparsa del ejecutivo estatal con tal de mantener sus prebendas.