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Si se tratara de levantarle la mano como triunfadora del debate, sin duda Palafox se impuso a abanderados de otros partidos intercambiando ofensas, con lamentables errores en sus exposiciones y en el peor de los casos con trastabilleos, ocasionados por el desconocimiento y seguramente una conciencia nada tranquila.
Vimos a una Martha Palafox hablando de hechos, como la instalación de bebederos de agua pura para los infantes en todas las escuelas del estado gracias a la gestión hecha como senadora de la República.
No tuvo duda en señalar el contexto de corrupción del actual gobierno en el ámbito educativo, de ser precisa y objetiva en el tratamiento del tema. Con ello dibujó el panorama de destrucción dejado por el priísta Mariano González Zarur, mas no aprovechó esta crisis para sacar raja y sumarla a una causa efímera, como lo fue el tiempo que duró el debate.
Comenzó su exposición sobre seguridad, con el tema de Karla, una menor desaparecida hace varios meses, en medio de la indolencia de autoridades evasivas y desentendidas.
Planteó la gravedad en la incidencia de secuestros, el delito que tano afecta a empresarios y a menores de edad en un estado donde además, robo, agresiones y trata son capítulos a los que sencillamente se les da la vuelta.
El tiempo de la confrontación de ideas fue corto. Fue un teatro montado para proclamar mediáticamente a un triunfador o triunfadora. Eso tuvo sin cuidado a la abanderada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien no quitó el dedo del renglón de las cinco familias que generación tras generación son dueñas de los bienes y la riqueza del estado.
A esas familias, a esos grupos, les preocupa ser despojados de la impunidad con la que han hecho de la administración el negocio de su vida y de la inseguridad, el terror con el que avanzan en el desmantelamiento del patrimonio de la gente que en verdad trabaja.
Si un mérito tuvo el debate fue el señalamiento de las graves condiciones en las que se encuentra el estado. Morena y su candidata Martha Palafox, no lo usaron como pasarela para el golpe bajo o el uso de frases de campaña.
Hay razones de sobra para sentir satisfacción por la intachable participación de Martha Palafox Gutiérrez, en el debate entre los aspirantes a la gubernatura de Tlaxcala.