• Miguel Ángel Meléndez Nava
Espacio Político

Cada vez es más continua la denuncia de robos, asaltos, violaciones y  la aparición de personas que son asesinadas  en diferentes puntos del estado, lo que pone al descubierto que la seguridad en todo el territorio tlaxcalteca  atraviesa por una crisis de poder, tolerancia e ineficiencia,  que de no tomarse en cuenta puede alcanzar niveles de inseguridad y delincuencia comparados con estados como Sinaloa, Guerrero, Michoacán y de  algunas delegaciones de la ciudad de México, como Ixtapalapa, y definitivamente no es exagerada la comparación, ya que hay comunidades y municipios, donde la delincuencia ha trastocado la tranquilidad de nuestra vida provinciana, ahí está Huamantla y sus colonias, Apizaco, Zacatelco, Calpulalpan  y algunos otros municipios donde las bandas de jóvenes ninis, se dedican al robo, a los asaltos y al narco menudeo, lo que los hace unos delincuentes en potencia, que si bien, las autoridades muchas veces minimizan los actos delictivos, a la sociedad ya la crea una psicosis de miedo e impotencia,  por lo que es urgente que los diferentes niveles de gobierno encargados de la seguridad de los tlaxcaltecas, realmente asuman su responsabilidad, los  factores de la inseguridad pueden ser varios, pero si desde el Poder Ejecutivo, se aplican estrategias para que la seguridad no sólo sea un discurso, los resultados pueden ser otros, algo muy importante es el presupuesto que se asigna al rubro de la seguridad pública, que en muchos de los casos tanto el poder ejecutivo, como los municipios no lo utilizan correctamente,  creen que con dotar de uniformes y algunas patrullas a sus corporaciones policiacas, ya están combatiendo a la inseguridad y a la delincuencia, lo que es totalmente erróneo, ya que hay aspectos más importantes como es el asignar mejores sueldos a las diferentes corporaciones policiacas, darles apoyos económicos cuando realizan verdaderos actos de heroísmo, hacer reconocimientos a los policías que realizan su trabajo con honestidad y respeto, lo que casi nunca hace ni el gobierno del estado, y mucho menos los municipios, quienes a todo le quieren sacar tajada y un ejemplo claro es el armamento viejo y obsoleto que la mayoría de policías tienen,  otro aspecto son las  capacitaciones a las diferentes corporaciones policiacas, pero por gente profesional y con experiencia, pero no con ochenta o más años de vida, sino con experiencia y formación policiaca,  no nada más para cumplir el protocolo, deben explicarles cuales son las funciones reales de quienes  se supone son los guardianes de la sociedad, ya que en la mayoría de ocasiones a las  policías les dan cursos donde los tienen sentados cinco o seis horas, escuchando discursos o platicas que en nada les sirven a la hora de hacerle frente a los delincuentes, un aspecto muy importante debe ser el combate a la corrupción, ya que si este problema no se enfrenta con sutileza y decisión poco se pude lograr, ya que la mayoría de las policías andan más activos buscando la forma de extorsionar, que de proteger a la ciudadanía. Tlaxcala, al igual que la mayoría de estados del país, atraviesa una etapa de inseguridad creciente por lo que se hace urgente que tanto los gobiernos salientes como los que entraran en funciones el primero de enero del 2017, analicen en manos de quien está la seguridad de los tlaxcaltecas, y en manos de quien va estar, ya que hay muchas improvisaciones de mandos que por ser amigos, compadres o recomendados ostentan la Secretaria de Seguridad, las Direcciones de policía de los municipios y los mandos medios, aunque muchas veces no saben nada de seguridad, y lo único que quieren son los moches, de sus subalternos, lo que propicia la corrupción y la creciente ola de inseguridad, asaltos, robos, secuestros y asesinatos que en muchos de los casos son archivados para no crear temor y miedo entre los diferentes sectores sociales.