La confesión ideal sería entre el mero mero y el padrecito Noé..
Una confesión ideal sería entre el mero mero y el padrecito Noé, a ver que le diga las netas y que aguante los padrenuestros y las avesmarías para expiar su pecado... ajajá, pero apareció el monaguillo perverso en este entuerto... no, no, no, si les digo a ustedes que entre calpulalpenses se vean jajajaja..