- Nanacamilpa
Con la finalidad de que los recolectores de aguamiel formalicen sus conocimientos empíricos, el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial 82 (Cecati), certificó a 26 personas, entre ellos; 20 tlachiqueros y seis alumnos de la Secundaria Técnica número 5 de Nanacamilpa, en un evento organizado por Grupo Pulmex en coordinación con el ayuntamiento que preside el alcalde Víctor Hugo Sánchez Flores.
En entrevista, Cenobio Becerra García, director general de Grupo Pulmex, manifestó que el objetivo de esta certificación es mantener la tradición y el conocimiento de saber raspar un maguey, pues las nuevas generaciones desconocen algunas partes elementales de esta labor.
Indicó que estos talleres permitirán marcar la pauta para iniciar el cultivo, la reproducción, cuidado y explotación del maguey, hasta conocer cómo se maneja un tinacal, “cada vez hay menos personas que cuentan con esos conocimientos”.
En este sentido, indicó que esta certificación dará un valor agregado para que las nuevas generaciones retomen la ancestral actividad del tlachiquero, por eso la importancia de que los alumnos de la secundaria técnica número 5, hayan participado en este curso de 100 horas, asevero Becerra García.
En su intervención, el presidente municipal, Víctor Hugo Sánchez Flores, padrino de generación, mencionó que no se trata de enséñales a los tlachiqueros cómo trabajar, sino de apoyarlos en todo lo necesario para que puedan obtener su documento que acredite los conocimientos que ellos tienen.
Manifestó que es un orgullo apadrinar a la primera generación, pues sin duda se esperan muchas más, “es algo que le da identidad y origen a nuestro municipio”.
Por su parte, Armando Díaz Pérez director del Cecati 82, reconoció a las personas que confiaron en esta institución para llevar a cabo la certificación de este curso denominado “Procesos y Técnicas para el Aprovechamiento del Maguey Pulquero”.
Agregó que es motivo de asombro que existan personas jóvenes que saben de esta actividad, en una época en la que la mayoría de ellos están inmersos en la tecnología y otras actividades “es emocionante ver que no han perdido esa tradición y piensan en su futuro”.
Por último, detalló que el Cecati participó con un instructor que se encargó de enseñar a los recolectores la parte técnica y científica de cómo aprovechar el producto, desde la plantación, cuidado y aprovechamiento del maguey, sin dañar al medio ambiente.





