- Política
El estrepitoso descalabro que sufrió el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las pasadas elecciones federales y locales ha llevado a la dirigencia estatal, así como a los mismos militantes a una “cacería de brujas” en busca de los traidores que llevaron al tricolor a la peor votación que ha obtenido en su historia.
Dentro de los supuestos traidores ubicaron al actual titular de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), José Luis Ramírez Conde, quien en su afán de vengarse de Mariano González Aguirre, hijo del ex gobernador Mariano González Zarur, habría operado en su contra para que se ubicara en el tercer lugar de la contienda federal.
Personal allegado a Ramírez Conde aseguró que el ex diputado local habría utilizado recursos de la SEFOA para apuntalar a los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN), con quienes supuestamente acordó para apoyarlos a llegar al Congreso del Estado y a San Lázaro.
Serían millonarios recursos de los que se presume que dispusieron los candidatos panistas para tener una importante presencia en las zonas agrícolas del primer distrito principalmente debido al enojo de Ramírez Conde por no haber sido elegido como candidato a la diputación federal.
Y es que según sus allegados, Ramírez Conde habría operado de manera sigilosa para evitar ser descubierto por el gobernador del estado y por los mismos priístas que pudieron percatarse que muchos programas caían en manos de beneficiarios que curiosamente no apoyaban al PRI sino al PAN.
Ante esta situación, José Luis Ramírez podría ser de los priístas que próximamente sean llamado e incluso hasta removidos del cargo por parte del titular del Ejecutivo, quien en un discurso después de la elección dijo que realizaría cambios en su administración.