• Citlali Ortiz Cano
La autoestima en el ser humano, se consolida aun desde antes de nacer

Porque es ampliamente conocido que el ser humano, es capaz de sentir desde el vientre materno, cada una de las emociones que experimenta su madre, es decir, si la madre, está angustiada, asustada o atemorizada, oleadas de adrenalina llegarán al pequeño en formación, a través de su madre, así como si, por el contrario, la madre tiene momentos agradables, tranquilos y felices, serán endorfinas,-las hormonas del placer y bienestar- las que recibirá el pequeño.

También el nuevo ser en formación, es capaz de sentir el rechazo o la aceptación, ya que todo el organismo de la madre se pone en sintonía con su estado de ánimo, también el feto, es capaz de escuchar todo tipo de sonidos provenientes del exterior, ya sean,  gritos agresivos o melodías y susurros amorosos.

De ahí la importancia de consolidar las bases de una autoestima desde el útero, a través de ambientes amorosos entre los padres, hermanitos-si los hay- y el bebé en formación, el alumbramiento también es muy importante, se tiene que recibir al pequeño en un ambiente de gozo y amor, para que se sienta bienvenido en su hogar.

Una vez que ha nacido, es altamente sugerido que el bebé empiece a ser alimentado al seno materno casi de inmediato, situación que se practica en muy pocos hospitales, amén de la nula enseñanza de esta alimentación, a las nuevas madres, algunas horas después del alumbramiento; se tiene la errónea y nociva creencia que hay mujeres que “no tienen o no producen suficiente leche”.

Aunado a lo anterior, una nueva organización y distribución del trabajo en los hogares, provoca que solo un 15% de infantes, reciban alimentación exclusiva al pecho durante sus primeros seis meses de vida, lamentablemente, desde su nacimiento y conforme va creciendo, el niño es alimentado con fuentes externas a la madre, lo que consolida la separación del vínculo más importante que tiene el ser humano desde que nace y durante su primera infancia, de esa relación depende una autoestima adecuada en el niño.

Si el bebé no es deseado, sentirá el rechazo, y por lo general un  niño que se concibe en situaciones hostiles o no es esperado ni deseado, tiene más problemas de adaptación, que uno que nació en un hogar que lo deseo y lo esperaba con amor, aun así aunque se trate de niños de padres bien avenidos, la tasa de niños que no son alimentados al seno materno, es altísima, lo que resultará un gran problema en los pequeños a futuro.

Cuando la madre alimenta a su vástago al seno, el pequeño, tiene la posibilidad de seguir oyendo el corazón de ella, recordando el vínculo estrechísimo, que existía entre ellos cuando estaba en su útero.

Al pegarse y abrazar al bebé al alimentarlo, se reproducirá el latido del  corazón de la madre, devolviéndole la tranquilidad y bienestar que experimentaba en el vientre materno, da oportunidad también, que la mamá lo tenga en brazos el mayor tiempo posible, le hable más y lo más importante, lo alimente con la mejor leche que puede tener un bebé, la materna, al ser la más completa, que además de proveerle los nutrientes para crecer sano, le proporcionará todos los anticuerpos, que lo protegerán de posibles enfermedades.

Además del ahorro extraordinario que viene adicionado, porque las fórmulas que tratan de imitar  la leche materna, son estratosféricamente caras y absolutamente ninguna tiene lo que  proporciona ésta última.

INFORMES Y SUGERENCIAS AL CEL. 0442464591656 ó AL CORREO ELECTRONICO: [email protected], EN FACEBOOK Y TWITTER.