Mientras más pronto se inculque el hábito de la lectura en los niños, se tendrán más posibilidades de transformarlos en personas cultas y críticas, cualidades ambas, básicas, no sólo para la supervivencia en este tiempo de profundas transformaciones, sino para aspirar a estadios de vida de calidad en todo sentido.
Como todo hábito, su enseñanza es a través del ejemplo, si un padre, madre o cuidador lee, los hijos lo harán como algo natural, en principio, el pequeño es atraído por la actividad que realiza el adulto, pregunta y explora, con el tiempo, él mismo sentirá la necesidad de leer y poco a poco se convertirá en un estilo de vida.
Leer, proporciona al individuo-además de los conocimientos inherentes al mismo acto-, un gran placer, catarsis o una actividad lúdica, que comparada con otras actividades, será la que le proporcione mayor conocimiento y cultura, recordemos que SABER es PODER, en todas sus acepciones, por lo que leer significa, no sólo adquirir una competencia valiosísima acorde a los tiempos que nos han tocado vivir, sino también la posibilidad de obtener liderazgo en todas las actividades humanas.
Es muy cierto que el internet, nos ha transformado profundamente el modo de vivir, sobre todo a las generaciones más jóvenes, ya no se hace necesario leer copiosamente para estar bien enterado del acontecer del orbe, sin embargo, desafortunadamente este medio electrónico, aleja aún más a los niños y jóvenes de consolidar un hábito -el de la lectura-, que les proporcionará herramientas y conocimientos fundamentales para su actuación en la vida.
De ahí que padres y educadores tenemos la ineludible responsabilidad de predicar con el ejemplo e inducir adecuadamente a nuestros hijos y alumnos a iniciar y recorrer el precioso camino de la lectura de todo tipo de documentos, pero fundamentalmente de libros, ya hay también versiones de libros completos en internet, por lo que ya no tendrá que ser tan complicado iniciar a niños y adolescentes tan habituados a este medio masivo, a la lectura.
Sólo de esta manera podremos aspirar a nuestra emancipación de país analfabeta, inculto y pobre, es inaudito que mientras millones de mexicanos contemplaban “la final” de un partido de futbol, se cerró la pinza sobre todos nosotros, al arrebatarnos la soberanía de nuestros recursos energéticos, que significan millones de pesos y que ahora serán sólo para unos cuantos, mientras una gran mayoría seremos infinitamente más pobres.
Se hace necesario un golpe de timón culturalmente hablando, para convertirnos en dueños de nuestro destino y nuevamente de nuestro país y alcanzar así una vida sana y rica en todo tipo de satisfactores a los que todo ser humano tiene derecho.
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