Una vez que fue anunciada la segunda visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador, al estado, se han dado un sinnúmero de comentarios que más que fortalecer el trabajo presidencial, se ve que tienen como objetivo apoyar las aspiraciones de la coordinadora estatal de los programas federales: Lorena Cuellar, rumbo al 2021, la intención quizás en política es buena, pero el nuevo estilo de gobernar del Presidente no marca esos cánones, ya que él exige resultados y en Tlaxcala, que es el estado más pequeño del país, los resultados son negativos, no se ha podido consolidar el objetivo que el Presidente marcó al crear las súper delegaciones a nivel nacional.
Para nadie es desconocido que la Diputada Federal con licencia, no ha podido consolidar el trabajo y apoyo a los diferentes grupos sociales del estado, quizás por su inexperiencia o porque quiere abarcar todo o por su afán de llegar al 2021 como candidata al gobierno del estado, situación que la distrae y la hace olvidar a los sectores más vulnerables del estado, lo que le ha ocasionado que grupos inconformes le tomen oficinas o le hagan manifestaciones para exigir los apoyos que los programas tienen marcados. Si bien, la tarea de súper-delegado, es un paquete muy grande, ya que un sólo funcionario debe cubrir todas las responsabilidades que venían realizando los delegados federales, es más difícil cuando hay de por medio una obsesión político-electoral, que hace perder el objetivo primordial del Presidente: de acabar con los privilegios y de ayudar a quienes más lo necesitan.
Esta nueva visita de AMLO, al estado seguramente le servirá al presidente para constatar cómo van avanzando los apoyos y la entrega de los diferentes programas federales, que sumados a los apoyos gubernamentales estatales, pueden ser referente nacional tanto de trabajo, como de cooperación institucional, si bien, esta segunda visita ha causado algunas dudas, en cuanto a cómo se van a comportar las huestes Lorenistas cuando presenten al gobernador o cuando éste de su mensaje, creo que la idea principal debe ser que se logre un trabajo conjunto entre el gobierno federal y estatal, para beneficio de las diferentes clases sociales del estado.
En este momento hay tres o cuatro obras que ya van muy avanzadas, y sería bueno que el gobierno federal apoye para que lo más pronto posible se terminen y se tengan beneficios de carácter social, medico, cultural y de regulación de transporte, ahí está el Hospital General, la Autopista Tlaxcala-Apizaco, el Estadio Tlahuicole, la remodelación de la Plaza Bicentenario, y algo muy importante: la Central Camionera.
Más allá de las pretensiones personales o de grupos rumbo al 2021, primero; debe estar el desarrollo de Tlaxcala, y seguramente eso lo sabe el Presidente, ya que nuestro estado fue el segundo estado que más votos le dio en la contienda presidencial del 2 de julio, y él lo dijo: “Amor, con amor se paga”, si bien el gobernador es priista, desde el mismo día de las elecciones Marco Mena, reconoció el triunfo de López Obrador, acción que habló de madures política y que cómo se ve, se ha ido fortaleciendo para bien de la tierra de Xicohténcatl.
A dos años del cambio de gobierno, nadie puede sentirse seguro de ser “el o la candidat@” a la gubernatura, hay muchos tiradores, y si bien MORENA, tiene todo tanto en el Congreso local como federal, las cosas pueden cambiar cuando hay una obsesión enfermiza por el poder, situación que puede dividir y fraccionar el poder morenista, los partidos hoy de oposición, sólo quieren una oportunidad, y la división sería la arma perfecta.