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Ixtenco, Tlax.- En las faldas del volcán apagado de la Malintzi, ahora convertido en montaña, se ubica el cerro del Xalapasco, sus nueve espectaculares cráteres son una maravilla natural que poco ha sido difundida.
Los cráteres pueden ser visitados, el cerro se ubica en el territorio de San Juan Ixtenco, muy cerca de la ciudad de Huamantla y luego de subir su cumbre, es posible apreciar cada uno de los cráteres.
Ahora gracias a la tecnología satelital, por medio de Google, es posible admirar esta riqueza natural, ya que anteriormente había que sobrevolar el lugar para poder apreciar este curioso conjunto de vestigios volcánicos.
Hasta el momento se ignora si existen registros oficiales, de vulcanólogos o de alguna institución al respecto, pero lo cierto es que el lugar ha sido desperdiciado por las autoridades de turismo para su promoción.
El lugar es ideal para los deportes extremos de escalada, el lugar es tranquilo, enigmático y hasta los lugareños aseguran que en ocasiones entran y salen objetos luminosos.
Referencias geológicas indican que en realidad los nueve cráteres son Calderas o grandes estructuras de hundimiento, explosión ó colapso de un aparato volcánico de muy diversos tamaños pequeñas: 1 a 10km a grandes 10 a 30 km.
Estos cráteres constituyen un anillo de piroclástos y en el caso del Xalapasco el vulcanismo pueden ser: monogenético de un solo episodio eruptivo que tardó horas, días o años.
Se trata de un solo tipo de magma que se manifiesta por el conducto es simple y se solidifica cuando cesa, creando conos cineríticos, piroclásticos, mares formando campos o de forma parásita a un estratovolcán con varios episodios eruptivos con largos periodos de reposo.
El lugar se encuentra en tierra otomí, como lo es la de San Juan Ixtenco donde los orígenes de los otomíes están perdidos en el tiempo y envueltos en la leyenda.
Siempre han estado ligados a las altas culturas del altiplano a las que hicieron aportaciones en todos los órdenes.
Se supone que los otomíes ya formaban un grupo de importancia en la época de Teotihuacán, y que a la caída de esta metrópoli muchos de ellos se apoderaron del área alrededor de Tula y Xilotepec, hoy en el estado de Hidalgo”…
Esta nación de otomís es muy antigua, fueron señores y poseedores de estas tierras. No se tiene noticia de su origen.
En guerras, fueron feroces y muy valientes hombres, y grandes guerreros y atrevidos, son grandes cazadores de venados, liebres, conejos y codornices.
Cuando los otomíes se rebelaron en contra de los mexicas tuvieron que abandonar su territorio en el centro de México, se vinieron a sujetar a la provincia de Tlaxcalla en donde fueron recibidos por moradores de ella, dándoles tierras para que viviesen, a cambio los otomíes debían pagar tributo y estar alerta en contra de una posible intervención de los mexicas.
Se considera que uno de los últimos arribos de las poblaciones otomíes al territorio tlaxcalteca se dio a finales del siglo XIV.
A la llegada de los españoles las principales poblaciones otomíes eran Uamantla, (Quauhmanco), Tecoac, (Tecoatzinco) Nopallocan (Nopalucan), Texccallac, Tiliuquitepec, Ueyotlipan y Atlangatepec.
En lo que hoy es el estado de Puebla, había más pueblos de habla otomí, estos eran Quahyaualco (San Salvador el Seco) Quauhtlatlahuca y San Hipólito Soltepec (Carrasco, 1959:30).
El pueblo de Ixtenco está asentado en la parte sureste del estado de Tlaxcala, al norte y poniente linda con el municipio de Huamantla, al sur y poniente con el de Trinidad Sánchez Santos, al oriente con el estado de Puebla y el municipio de Huamantla.
San Juan Ixtenco se asienta en medio del principal abanico fluvial que tiene el volcán La Malintzi, lo que determina que la mayor parte del suelo de este municipio sea arenoso, gravoso y pedregoso con un alto grado de filtración.
Ixtenco representa un islote toponímico, étnico y lingüístico. Desde el punto de vista de la lengua nahuatl, Ixtenco quiere decir frente.
En la actualidad se carece de geonímicos otomíes, y de haber existido estos fueron sustituidos por los nahuas, tal vez por el predominio de esta cultura en la región (Anaya, 1965:65).
Acerca del significado de la palabra Ixtenco, existe otra interpretación que dan los propios pobladores, quienes dicen que deriva de los vocablos Yxhtei ngo que quiere decir lugar del “atole agrio”.
Según la tradición oral el pueblo de San Juan Ixtenco fue fundado en el año de 1532.
Aunque una copia de Cédula Real que se resguarda en el Archivo Histórico de Ixtenco y en el Archivo de la Reforma Agraria señala que su expedición se dio en 1534.
El asentamiento se hizo al lado oriente de la Malinche que fue descrita por Muñóz Camargo de la siguiente manera: es “…una montaña hermosísima y espesa de árboles grandes, gruesos, que esta /…/ sierra produce por su gran fertilidad.
Y, estando desviado de ella, [parece] una piña de color azul, a n[ues]ra vista de maravilloso parecer, tan bien compuesta y perfeccionada, y tan pareja, que naturaleza fabricó en este mogote, un capitel tan perfecto, cuanto humano entendim[ient]o puede imaginar.” Pp.71 Relaciones Geográficas del Siglo XVl, pp.71)
Este es pues el entorno del cerro de Xalapasco, que ha sido visitada por muy pocos afortunados, pero que en el mejor de los casos forma parte de la riqueza natural con que cuenta el estado de Tlaxcala.