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El Museo de Arte del estado posee este tesoro de la pintora

Tlaxcala, Tlax.-Esta ciudad guarda un tesoro que muy pocos conocen pero que ha provocado que se comience a hablar de ella en países como Inglaterra, Alemania y Puerto Rico.

El Museo de Arte de Tlaxcala (MAT) es dueño de una colección de siete obras tempranas de la pintora mexicana más cotizada en la historia, ella es Frida Kahlo 1907-1954.

La colección aunque modesta, son dos óleos, tres acuarelas, un dibujo y una tabla con inscripciones; se trata de una colección que ya quisieran tener colgada en sus paredes los museos más prestigiosos del planeta.

La creciente importancia que ha adquirido Frida Kahlo ha desatado una especie de “fridomanía”.

El MAT, un recinto abierto en mayo de 2004, tiene dedicada una de sus seis salas a su joya: las obras que en 1982 fueron adquiridas por el gobierno estatal, a través del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura.

Su poseedor legal el sacerdote Rubén García Badillo, dijo que las tenía porque heredó el acervo del escritor Miguel N. Lira, amigo de Kahlo desde su época de preparatorianos.

Durante varios años estas piezas permanecieron en resguardo en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México, pues en Tlaxcala carecían de un espacio adecuado para su exhibición y protección.

El MAT está ubicado en el número 21 de la Plaza de la Constitución, en el centro histórico, se encuentra entre la oficina postal y el Sistema de Administración Tributaria en la capital tlaxcalteca.

Es un museo moderno de dos pisos cuyas salas tienen las condiciones adecuadas de iluminación, temperatura y seguridad que marcan los lineamientos internacionales.

Tiene seguridad las 24 horas y cuenta con un circuito cerrado de televisión, así como con bodegas de tránsito con cerraduras especiales.
Referencia de las obras

Estas obras fueron realizadas entre 1925 y 1927, cuando Frida tenía entre 18 y 20 años.

De ahí la importancia histórica de este acervo, y es gracias a Miguel N. Lira que los tlaxcaltecas han podido ver en su estado obras tan importantes como un San Francisco, realizado en 1605 por El Greco.

Fue traído a México a cambio de la exhibición de los cuadros de Kahlo, en el Museo de Arte Ponce de Puerto Rico.

La colección formó parte de la exposición-homenaje realizada por el Museo del Palacio de Bellas Artes en 2004, cuando se conmemoró el 50 aniversario luctuoso de la autora de Las dos Fridas.

Viajó para la muestra que realizó en 2005 la TateGallery de Londres, Inglaterra y que después fue exhibida en Hamburgo, Alemania.

Las obras revelan a la Frida de la preparatoria, la joven que fue parte de “Los Cachuchas”, un grupo conocido así porque usaban gorras de mezclilla como forma de rebeldía contra la vestimenta de la época.

“Los Cachuchas” estaba integrado por Miguel N. Lira (1905-1961), Alejandro Gómez Arias (1906-1990), José Gómez Robleda (1904-1987).

El mismo grupo también incluye a Manuel González Ramírez (1904-1979), Carmen Jaime, Agustín Lira, Jesús Ríos Ibáñez y Valle, Alfonso Villa y Frida Kahlo.

El arte como escape del dolor

La colección de Tlaxcala también deja ver cómo la joven Frida se refugió en el arte para escapar de los intensos dolores que tenía como consecuencia del accidente que sufrió en 1925.

Cuando el camión en que viajaba chocó contra un tranvía y le provocó severos daños en la columna vertebral.

Las acuarelas son Muchacha pueblerina, obra sobre papel de 14 por 23 centímetros en la que Frida dibuja a una joven con vestido largo, rebozo y peinado abombado.

Detrás de ella hay un paisaje semivacío, con sólo dos colinas, una pequeña casa y una vía de tren que atraviesa a la joven por la mitad, seguramente en referencia al accidente.

En Échate l’otra pareciera que la artista reproduce algún lugar de su barrio Coyoacán, en donde en la esquina de la calle se ubica la pulquería que le da nombre a la obra, y detrás una iglesia, un parque y una fonda. La acuarela fue hecha sobre una hoja de papel de 17.5 por 24 centímetros.

La tercera acuarela es Frida en Coyoacán, obra sobre papel de 18.5 por 24 centímetros.

Aquí, Frida se autorretrata en primer plano; detrás hay árboles, casas y nuevamente la vía de un tren. De la obra también se tiene el boceto en lápiz sobre papel.

Las pinturas son Pancho Villa y Adelita y Retrato de Miguel N. Lira, ambos fechados en 1927 y con dimensiones de 65 por 45 y 106 por 74, respectivamente.

Estos dos óleos son los más solicitados en préstamo: el Retrato de Miguel N. Lira actualmente forma parte de una exposición en el Museo de Arte Popular, en la ciudad de México; el otro acaba de ser restaurado por el INBA.

Hay una séptima pieza que actualmente está en exhibición sino se trata de una tabla de madera de 62 por 41.5 centímetros, con inscripciones realizadas entre 1948 y 1950.

Pertenecía a Miguel N. Lira y en ella Frida hizo un pequeño autorretrato con su cabello recogido dentro de una gorra y escribió: “Chong Lee, Mike, hermano de siempre, no te olvides de la cachucha N° 9. Frida Kahlo”.