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Una vez más, vecinos de la ciudad de Tlaxcala se quedaron con las manos vacías en su demanda de que no sean instalados nuevos medidores de agua potable, ya que el edil Pedro Pérez Lira no los atendió.
Unas 20 personas lograron llegar este martes hasta el despacho del presidente municipal por la mañana, pero su personal les informó que no sería posible atenderlos porque la agenda del alcalde se encontraba muy apretada, lo que causó molestia porque “es la segunda vez que nos manifestamos y el presidente no nos da la cara”.
Desde hace un par de meses, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del municipio capitalino ya ha cambiado unos 100 medidores en calles céntricas, con un costo de cada uno de mil 300 pesos que son cargados a la cuenta de los clientes.
La inconformidad de los ciudadanos es que con los nuevos sistemas de registro de consumo del vital líquido, el costo del servicio se elevará considerablemente y su calidad no mejorara.
Los vecinos que acudieron se fueron solo con la promesa de que a lo largo de esta semana sí serían atendidos.