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El artista de la lente presentará en el Festival de la Imagen, una muestra que consiste en la dualidad vida/muerte, eros y thanathos.

Tlaxcala, Tlaxcala.- El fotógrafo, curador e historiador Carlos Bretón, es uno de los 39 participantes que expondrá en “FOTO13 Festival de la Imagen”, que se llevará a cabo durante los días 25, 26 y 27 de julio en la Ciudad de Tlaxcala, México.

En entrevista, el artista originario de Huamantla, la ciudad de los muéganos y las alfombras, comenta que “este andar por las aventuras de la poesía con luz inició en el año 2007, inmediatamente después de haber decidido estudiar la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UNAM, en la cual fui aceptado pero al mismo tiempo decidí estudiar algún taller de fotografía básica; a los cinco meses de haber iniciado este taller obtuve mi primer logro: Primer lugar en el Premio Estatal de Artes Visuales en la categoría de fotografía, así que dejo por la paz la carrera y me dedico a la foto y a mi trabajo. Estos escasos meses de mi primer contacto con la cámara, mas no con la fotografía, pues eran ya varios los años dedicados a leer y escribir sobre artes visuales, son los que me inclinan a seguir en este apasionante mudo de escribir con luz; no tardarían en llegar los demás logros”.

Inmediatamente ingresa a estudiar en el Diplomado de Artes Visuales que ofrece Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, así como otros talleres de procesos alternativos en la fotografía como el heliograbado y el paladio platino, mismos que lo han llevado a participar en cerca de cuarenta exposiciones, entre individuales y colectivas, así como ser seleccionado en distintos encuentros y festivales nacionales. Recientemente fue seleccionado en la Primera Bienal de Fotografía Héctor García.

Bretón, comentó que el proyecto que actualmente se encuentra realizando consiste en el tema de la memoria y el olvido, específicamente en el asunto de la obsoloscencia, que consiste en buscar lugares donde se almacenan todos aquellos objetos que han dejado de ser útiles y funcionales por su caducidad, producto de la era del consumismo exacerbado y la banalidad, y construir in situ atmósferas e instalaciones a través de esculturas realizadas con los propios objetos encontrados, y fotografiarlos aprovechando la atmósfera misma del espacio y la luz natural, esto como una manera de resignificar y revalorar la diginidad de los objetos, así como de la caducidad de las cosas, de la vida misma del ser humano.

Para el también curador, el proyecto de la intervención del tianguis sabatino de la ciudad de Tlaxcala consiste en la dualidad vida/muerte, eros y thanathos; en donde la fiesta, el color y la exquisita picardía de los mercados, convive sin enfado ni pudor con la soledad, la frialdad y el olvido de los cementerios. “Se trata de una intervención en el tianguis sabatino como una manera de que la gente lleve al límite su capacidad sensible al encontrarse con imágenes y situaciones inesperadas en un lugar donde  reina la fiesta, el color y el dinero, y llevarlo a donde todo ya es nada, solo olvido, soledad y encuentro con lo único certero que tenemos en nuestras vidas: la propia muerte”.

Al respecto de las influencias que han marcado su andar en este medio, destacó sin titubeo a los grandes fotógrafos mexicanos como Manuel Álvarez Bravo y Juan Rulfo, pasando por Graciela Iturbide, Pedro Meyer, hasta Adela Golbard, Cánon Bernáldez y Gerardo Montiel Klim.

Para el también historiador, Foto13 “es un festival con un formato único que permitirá llevar el arte a la calle y poder ser visto por sus pobladores, generando al mismo tiempo educación visual y goce estético, como una manera de hacer contrapelo a la creciente contaminación visual ”.

Por último, invitó al público a visitar su exposición que se podrá apreciar a partir del 25 de julio en los muros del mercado municipal de la Ciudad de Tlaxcala , ubicado entre las calles Alonso Escalona, Miguel N. Lira y el Boulevard Emilio Sánchez Piedras; asimismo se intervendrá el tianguis sabatino de la Ciudad de Tlaxcala, ubicado a un costado de la Ribereña.