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Perdió 126 municipios que gobernó en los últimos tres años, aunque ganó 84 alcaldías donde su poder estaba mermado.

En las elecciones del domingo pasado, el PRI dejó ir ante la oposición un total de 126 municipios, aunque recuperó otros 84, de acuerdo con los resultados preliminares.

La población que dejará de gobernar el PRI en los 15 municipios más grandes de los que perdió asciende aproximadamente a cinco millones de personas.

Esos municipios son Mexicali, Aguascalientes, Saltillo, Matamoros, Nuevo Laredo, Monclova, Córdoba, Ciudad Acuña, Papantla, Boca del Río, Rosarito, Tlaxcala, Las Choapas, Izúcar de Matamoros y Alvarado.

En contraparte, entre los ayuntamientos que recuperó, destacan Benito Juárez (Cancún) y la ciudad de Oaxaca, cuyas poblaciones sumadas llegan casi al millón de habitantes.

En entrevista con Grupo Imagen Multimedia, el líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, consideró que el PRI tuvo buenos resultados, al asegurar que obtuvieron 55 por ciento de los cargos en disputa y se impusieron en la mayoría de procesos donde se eligieron diputados locales.

Aseguró que aventajan en diez u once congresos estatales "que son por los que al final van a pasar las reformas constitucionales que este país necesita, muchas de las cuales se han incubado o se conseguirán en el Pacto por México".

Algunos de los clanes que han gobernado regiones durante años, han recibido un revés tras las elecciones del pasado 7 de julio

El voto dominical apareció en varias entidades del país para desaparecer, o al menos deteriorar, cacicazgos políticos surgidos al amparo de las debilidades de la democracia mexicana.

De Veracruz a Zacatecas, de Quintana Roo a Coahuila, con paso por Tlaxcala, los otrora nombres ilustres vieron aparecer la voluntad ciudadana para marcarles la despedida y dar la bienvenida a alternancias gubernativas, según se informa en otra nota del diario 24 Horas.

Y así como en algunos casos se esfumaron o empezaron a difuminarse poderes de largo aliento, en otros estados el priismo se consagró como beneficiario de gobiernos de buena fama o como reserva del otrora llamado voto verde.

Un falso hegemonismo que quedó hecho trizas fue en Tlaxcala. El priismo supuestamente poderoso del gobernador Mariano González Zarur, sin contar la influencia de la ex dirigente Beatriz Paredes, quedó reducido a un ridículo 21.94 por ciento de votos acreditados al Partido Revolucionario Institucional en la contienda por el Congreso.

En Zacatecas las urnas volvieron a la realidad a la familia Monreal Ávila. Liderado por el omnipresente Ricardo, el clan perdió Fresnillo, municipio manejado en sucesivas administraciones por los Monreal. El menor de la dinastía, Saúl, fue el derrotado del domingo.

Jugaron varios factores. El priismo del gobernador Miguel Alonso Reyes, cuyo distanciamiento del diputado federal es ostensible, urdió la candidatura de un monrealista, Benjamín Medrano, para enfrentarlo a Saúl Monreal Ávila. Es decir, fue la lucha de un Monreal contra otro Monreal.

Arrebatan a priistas 126 alcaldías

El Revolucionario obtuvo 84 municipios en donde su poder estuvo diezmado: Zacatecas, Quintana Roo y Chihuahua.

De acuerdo con una nota del periódico Excélsior, el Partido Revolucionario Institucional perdió 126 municipios que gobernó en los últimos tres años, principalmente en Aguascalientes, Puebla y Veracruz, aunque ganó 84 alcaldías en entidades donde su poder estaba mermado, como en Quintana Roo, Chihuahua y Zacatecas.

El saldo del PRI, con base en los resultados de los programas de resultados electorales de las 14 entidades donde se realizaron comicios el pasado domingo es de 42 alcaldías menos.

Por estado, se observa que en Aguascalientes perdió su hegemonía. Tenía presidentes municipales en toda la entidad y ahora sólo se queda con Cosío, Tepezolá y San Francisco Romo; perdió frente a la alianza PAN-PRD los municipios más importantes: Aguascalientes, Calvillo y Jesús María.

El Partido Nueva Alianza le arrebató los municipios de Asientos, Pabellón de Arteaga y San José Gracia, mientras que el PT le ganó Rincón de Romos y El Llano.

El saldo electoral a escala municipal en el PRI fue negativo en Aguascalientes, aunque a nivel de Congreso estatal mantuvo la hegemonía, porque con su aliado Partido Verde obtuvo diez distritos frente a siete que ganó la coalición PAN-PRD y uno del Partido Nueva Alianza.

En Baja California, donde hace tres años se llevó la mayoría de las posiciones, en esta ocasión perdió los municipios de Mexicali y Playas Rosarito, también frente a la alianza PAN-PRD y su dominio en el Congreso se vio mermado, porque el PAN-PRD ganó diez distritos y el PRI-Verde sólo siete diputaciones.

Con base en el listado oficial del PRI sobre las presidencias municipales que pertenecen a sus militantes y que están actualizadas al 27 de junio pasado, en Chihuahua los suyos sólo encabezaban dos municipios, pero ahora hizo tres combinaciones de alianzas para lograr triunfos en 54 alcaldías, frente a 15 triunfos del PAN, que en este caso compitió solo. Así, el balance en esa entidad es positivo.

Otro estado donde tuvo una disminución en el número de alcaldías que gobernaba es Coahuila, pues de 31 pasó a 25; entre las que perdió están Acuña, Frontera, Monclova, Morelos, Sabinas y Saltillo, aunque conservó una de las ciudades más importantes, como es el caso de Torreón.

Durango se convirtió en un espacio priista casi en su totalidad. Además de ganar los 30 distritos, con lo cual se llevó carro completo en la elección del nuevo Congreso, aumentó su poder en las alcaldías de 21 que tenía a 32 que ganó; sin embargo, en el reacomodo se observa que seis municipios que eran gobernados por el priismo ahora están en manos de su oposición.

San Pedro del Gallo, que ahora tiene el Partido del Trabajo; Nuevo Ideal, Pueblo Nuevo, Guanaceví y Ocampo que se quedaron para el PAN, así como San Dimas, que fue para Movimiento Ciudadano, con Alma Reyes, hija del candidato asesinado.

En Hidalgo sólo hubo elecciones para diputados estatales y el PRI logró el triunfo en todos ellos; en consecuencia, para los esfuerzos electorales del PAN y el PRD esa entidad resultó un fracaso.

En Oaxaca el PRI sufrió un golpe electoral, pues ahí gobernaba 72 municipios y ahora lo hará en 57; es decir, perdió 15; sin embargo, ahí logró un triunfo cerrado en la capital, que le arrebató al PAN.

En el Congreso local, el PRI no tuvo un saldo tan negativo, pues al cierre del programa de conteo preliminar se observa que de las ocho diputaciones de mayoría relativa que tuvo ahora tendrá 11; en contraste, la alianza formada por el PAN-PRD y el PT se queda ahora con el primer lugar con 14 curules; en el saldo distrital el priismo perdió tres y ganó seis posiciones.

Pero en Puebla el desempeño priista fue el de mayor fracaso.

En el Congreso sólo tenía cuatro distritos, frente a 22 que logró la alianza encabezada por el PAN y el PRD.

A escala municipal el descalabro fue fuerte. Ahí perdió 51 municipios, y 85% de esas posiciones las perdió frente a la alianza PAN-PRD, pero también frente a partidos de los llamados chicos como el PT, Movimiento Ciudadano y el PSI; entre los municipios que le arrebataron están Zacapoaxtla e Izúcar de Matamoros.

Otro estado donde mermó posiciones fue Tamaulipas, gobernaba 35 alcaldías y el PAN lo derrotó en Matamoros, Nuevo Laredo, Antigua Laredo, Mainero, Mier, Miguel Alemán y Maquihuana, mientras que se quedó con nueve diputaciones de mayoría.

A ese estado se suma Tlaxcala, una entidad que el PRI recuperó hace tres años y logró importantes triunfos. Ahora, sin embargo, su saldo es negativo, pues de los 28 municipios que gobernaba ahora se quedó con 16, y entre los más importantes que perdió están Tlaxcala que es la primera vez que se la arrebatan; Zacatelco y Calpulalpan, todos ellos a manos del panismo; a nivel de diputados pasó de nueve a diez de mayoría.

Una entidad más con saldos mixtos para el PRI es Veracruz, pues según la lista oficial de alcaldías que presidía tenía 81 y ahora tiene el triunfo en 79; sin embargo, en el universo de las presidencias municipales se observa que fueron varias de las 81 que tenía las que perdió, como son los casos de Acatlán, Acula, Alvarado, Amatitlán, Apazapan, Aquila, Boca del Río, Córdoba, Tlacotalpan, Papantla y Cacaxtla, que perdió frente al PAN.

Ante el PRD perdió Calcahuaco, Colipan y Las Choapas; ante el PT Astecingo, y Cosuatlán de Carvajal, en tanto que Catemaco lo perdió con Alternativa Veracruzana.

En esa entidad logró mantener el dominio de municipios como Tuxpan, Perote, Poza Rica, San Andrés Tuxtla y Tecolutla, mientras que el resultado en materia de Congreso le permitió tener 25 triunfos distritales.

Ante estos resultados, el PRI obtuvo saldos altamente positivos en Quintana Roo. Hace tres años sólo ganó Chetumal, Cozumel y Solidaridad; ahora su dominio se extiende a todo el estado, pues ganó Bacalar, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Benito Juárez, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas, y se los quitó tanto al PAN y al PRD.

Otro saldo positivo es el que logró en Sinaloa, donde gobernaba nueve municipios y ahora llegó a 13; perdió Guasave, a manos de la alianza conformada por el PAN y el PRD, y no pudo recuperar Mazatlán y Angostura, que ya tenía el PAN; en el Congreso estatal ganó 21 posiciones frente a tres que obtuvo la alianza Ganas Tú.

En Zacatecas coronó su victoria con el triunfo en Fresnillo, prácticamente patentado por la familia del diputado Ricardo Monreal, que ha sido gobernada por él y dos de sus hermanos; ahora es del PRI, junto con otros diez municipios, por lo cual el PRI pasó de dominar en 25 a 36 alcaldías, amén de aumentar a 13 el número de diputados electos por el voto directo de los ciudadanos.
 

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