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El gobierno del Estado no tiene la capacidad económica para hacer frente a un desastre natural, debido a que sus finanzas se encuentran en un “equilibrio precario” que no le permite tener reservas para atender alguna contingencia, reveló el secretario de Finanzas de Tlaxcala, Ricardo García Portilla.
La drástica caída en las aportaciones federales que han significado 68.9 millones de pesos menos a la entidad, significan que solo se pueden cumplir las metas programas en el presupuesto original y no se puede hacer más, ya que cualquier “pequeña variación” reduce los objetivos y un descontrol en las finanzas públicas.
“En este momento no tiene (el gobierno) recursos para atender alguna contingencia, afortunadamente no se ha presentado alguna situación de desastre, pero hay que recordar que las reglas del Fonden (Fondo de Desastres Naturales) que indican que los estados deben dar el 50 por ciento de los recursos que reciban para atender contingencias naturales”, apuntó en entrevista.
Explicó que la caída en las aportaciones se refiere a que las proyecciones de recursos de la Secretaría de Hacienda no se cumplirán respecto a los ingresos, debido a una baja en el precio del petróleo mexicano y a una menor recaudación del IVA e ISR que, a nivel nacional, representan cuatro mil 137 millones de pesos menos para las entidades federativas.
“Con ello seguimos manteniendo un equilibrio precario en nuestras finanzas, eso es indudable. Habíamos previsto que hacienda no cumpliría con objetivos, pero no una caída tan drástica como ya lo manifiesta la SHCP ante el Congreso de la Unión”.
Sin embargo, el titular de la Sefin informó que en caso de necesitarse dinero de inmediato, Tlaxcala tiene abiertas líneas de financiamiento de corto plazo por la cantidad que se requiera, gracias a que sus finanzas están sanas al no tener deudas.
Lo anterior está basado en que recién el 3 de julio la agenda de calificación de crédito Moody’s, juzgó positiva la situación financiera de la entidad que le permitiría obtener financiamiento con una tasa de interés no mayor a cinco por ciento ante cualquier entidad crediticia.