- Política
Tras censurar la labor del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) porque ha generado inestabilidad poselectoral, el ex gobernador, Alfonso Sánchez Anaya, recomendó al actual mandatario estatal, Mariano González Zarur, iniciar el diálogo con todas las fuerzas políticas para garantizar la gobernabilidad en el Estado.
En entrevista, expuso que González Zarur tiene casi medo año para sentarse y hablar con los actores clave de la política, es decir aquellos que ganaron, para llegar a acuerdos que permitan la quietud social en el Estado. “No es que le falte oficio político al actual gobernador, sino que debe mostrar una actitud diferente, es mi recomendación, para llegar a acuerdos que permitan a todos los actores políticos caminar por el sendero de la estabilidad”.
El ex senador perredista, lamentó que en la elección del 7 de julio haya prevalecido el dinero, porque los candidatos se dedicaron a repartir efectivo y dar regalos, pero lejos de hacer propuestas viables, lo cual ha encarecido mucho la política en Tlaxcala.
Dijo que el IET operó mal los comicios y es responsable de las muestras de inconformidad que se registraron en varios municipios, pues nunca pudo dar la certeza e imparcialidad que se requiere en estos casos.
Mencionó que el actuar el organismo deja mucho que desear y que prueba de su ineficiencia es que cedió a las presiones de personas ajenas a los Consejos Municipales y Distritales, quienes querían participar en el conteo de votos, cuando por Ley esa función le corresponde al órgano electoral.
Dijo que si bien existen conflictos y sí hay inestabilidad, esta no amenaza con desbordarse porque es producto de un apasionamiento que es característico del estado.
Desde su punto de vista, son muchos partidos los que contienen en las elecciones y eso, lejos de ayudar a Tlaxcala, fue un motivo para que se acrecentara la confrontación y los ciudadanos no tienen claridad sobre qué proyecto representa cada una de las nueve fuerzas políticas registradas.
“En términos generales, en Tlaxcala se ha visto un retroceso en los procesos electorales porque cada vez son más los regalos, las presiones institucionales y todo eso significa un retroceso. Aquí el problema a mi juicio es que son demasiados partidos y eso no le da claridad al votante de saber qué representa realmente cada uno, entonces tengo la impresión de que en general se van más (los votantes) por la persona que por las propuestas”, opinó.