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La banda criminal Los Caballeros Templarios presuntamente disolvió a balazos una manifestación en su contra.
De acuerdo con una nota del periódico Reforma, el ataque dejó cuatro civiles muertos y siete heridos. También falleció una agente de Policía local.
Los hechos ocurrieron cuando pobladores de la cabecera municipal de Los Reyes, localidad en los límites de Michoacán y Jalisco, protestaban contra la violencia generada por los Templarios.
En entrevista con el periódico Reforma, autoridades locales y habitantes de Tierra Caliente, que pidieron no ser identificados, atribuyeron la agresión a este grupo criminal.
Los atacantes hicieron más de 100 disparos con fusiles tipo AR-15 y AK-47 contra los cerca de 100 manifestantes, informó por separado el subprocurador de Justicia estatal, Marco Vinicio Aguilera.
Según las primeras investigaciones, tres de los fallecidos portaban playeras blancas con una leyenda estampada que decía "Por los Reyes Libre".
En esta zona, las llamadas Policías comunitarias han registrado enfrentamientos con los Templarios, a quienes acusan de exigir cobros por derecho de piso y estar coludidos con los cuerpos policiacos de la región.
"Había en el lugar una manifestación por parte de elementos de guardias comunitarios cuando llegó otro grupo de civiles armados y les dispararon.
"Ahí, desafortunadamente, pierden la vida tres personas, y dos más fallecen cuando eran atendidas por los médicos", describió el funcionario.
Las balas alcanzaron también a dos civiles que pasaban por el lugar, Jesús Garay Morales, de 57 años de edad, y Karina Alejo Sánchez, de 29.
La mujer se desempeñaba como policía en el Municipio de Peribán pero ayer se encontraba de descanso y había acudido a Los Reyes a realizar algunas actividades.
Desde las 8:00 horas, más de 100 personas arribaron al centro de la localidad y se plantaron afuera de la Presidencia Municipal.
Además de las playeras blancas que vestían, también mostraron algunas pancartas con mensajes diversos.
"No queremos a los policías municipales que les estén pasando información a Los Templarios", se leía en algunas cartulinas.
Sin embargo, cerca de las 13:00 horas la manifestación en el Palacio Municipal fue violentamente interrumpida a balazos.
"Los manifestantes estaban en el lado poniente de la plaza y quienes dispararon lo hicieron a contraesquina, desde una distancia de unos 200 metros", precisó Aguilera.
El funcionario reconoció que todas las víctimas eran civiles, tres de ellas activistas del grupo de autodefensa y dos que quedaron en el curso de las balas.
"A mi negocio llegaron mal heridos unas muchachas y un chavo; una de las muchachas estaba muy grave", dijo un comerciante.
Según testigos, los agresores escaparon en al menos dos camionetas, desde las cuales todavía realizaron disparos contra algunos domicilios particulares, ya en las orillas del pueblo.
Aunque evitó especular sobre quién estaría detrás del ataque, el subprocurador Aguilera reconoció que éste se dio en medio de las diferencias que privan entre las llamadas Policías comunitarias y los Templarios.
Tras el ataque armado, el gobernador Jesús Reyna ordenó a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría de Justicia, Alberto Reyes y Plácido Torres, respectivamente, coordinar las tareas de protección y realizar las indagatorias correspondientes.
El mandatario estatal aseguró que la situación en el municipio michoacano estaba controlada; sin embargo, los comercios permanecieron cerrados y la gente se mostró atemorizada, según se informó en otra nota del periódico Milenio.
Hasta el cierre de esta edición las autoridades locales no reportaban personas detenidas por este ataque, aunque se realizaban patrullajes de policías ministeriales, estatales y federales, así como de miembros del Ejército mexicano.
Hubo otros hechos violentos en Michoacán
En la comunidad de Lázaro Cárdenas otro grupo de desconocidos emboscó a un convoy de la Policía Federal que realizaba un patrullaje de rutina.
En esa acción que se registró la tarde de ayer resultaron tres policías federales heridos. De acuerdo con informes policiales, los hechos ocurrieron poco después de las 14 horas sobre la carretera Acalpican-Caleta de Campos, a la altura del kilómetro 27, en el lugar conocido como Los Bochotes.
Por ese lugar circulaba un convoy de cinco patrullas de la Policía Federal, cuando sujetos pertrechados dispararon con fusiles de alto poder.
En el lugar quedaron heridos tres agentes, mientras que los agresores se dieron a la fuga, abandonando tres camionetas (dos blindadas) y un auto compacto. Elementos de Ejército, Marina y Policía Federal se movilizaron al lugar para trasladar a los heridos a hospitales y tratar de detener a los atacantes.
El pasado jueves en el municipio de La Unión, Guerrero, otra emboscada contra integrantes de la citada corporación dejó como saldo tres uniformados muertos.
En tanto, en la comunidad de San José, perteneciente al municipio de Coalcomán, en la zona serrana de la entidad, se enfrentaron grupos antagónicos. No se reportaron personas lesionadas o fallecidas.
En mayo pasado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto decidió reforzar la presencia de las fuerzas armadas y la Policía Federal en Michoacán. La decisión se tomó luego de la tensión generada por los eventuales enfrentamientos entre los grupos de autodefensa y el cártel de Los caballeros templarios.
En Guerrero, Ejército y Marina detuvieron a tres policías comunitarios de Olinalá por portación ilegal de arma de fuego. En respuesta, la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias retuvo a siete policías preventivos, un director de Seguridad Pública y un agente del Ministerio Público, además de cerrar cuatro carreteras y tomar la delegación estatal de la PGR.
La crisis se generó el domingo, cuando un grupo de soldados les marcó el alto, detectó una pistola 9 mm y les señaló que no podían portar ese calibre. Luego les franqueó el paso, pero más tarde fueron detenidos.