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Para garantizar el saneamiento un mayor volumen de descargas residuales, la Secretaría de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi) invirtió en los últimos dos años y medio, 175 millones de pesos para reactivar, rehabilitar y construir 60 plantas de tratamiento.
Esas acciones contribuyeron a ampliar el volumen de saneamiento a 57.9 por ciento de las descargas de aguas negras que vierte la población de la entidad, lo que a su vez mejoró la calidad del agua en mil 89 litros por segundo y la cuenca del río Zahuapan-Atoyac.
Así se cumplen las estrategias plasmadas en el Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2011-2016, a través de su eje cuatro, “Protección Integral del Medio Ambiente y la Biodiversidad”, que impulsa el Gobierno de Mariano González Zarur.
Con acciones de este tipo, la presente administración avanza para mejorar los sistemas de saneamiento, que repercutirá en beneficios reales para la población y el medio ambiente.
En los últimos 30 meses este Gobierno rehabilitó la infraestructura de saneamiento existente, las plantas que operaban de manera deficiente, o estaban sin funcionar, e incrementó las instalaciones de protección al ecosistema tlaxcalteca.
Las obras se concretaron a través del programa de Tratamiento de Aguas Residuales (Protar), con recursos federales, estatales y municipales; además, con recursos 100 por ciento estatales se mejoraron los sistemas de agua potable y alcantarillado.
De esta forma, los 175 millones de pesos que ejerció la Secoduvi se distribuyeron de la siguiente manera: en la rehabilitación de 15 plantas de tratamiento, en la construcción de dos nuevas, en la reingeniería de cinco y en 38 reactivaciones.
Fue en 2012 cuando se edificaron las plantas de tratamiento de San Pablo del Monte y en San Bartolomé Cuahuixmatlac, de Chiautempan; y se efectuó la reingeniería en la infraestructura de San Antonio Atotonilco, Sanctórum, Mazatecochco y Tocatlán.
En el caso de la planta de San Pablo del Monte su construcción se derivó del convenio de colaboración que tienen Puebla y Tlaxcala porque pertenecen a la cuarta zona metropolitana del país.
Lo anterior, debido a que esa zona del Estado demanda el saneamiento de grandes cantidades de aguas residuales y está diseñada para un futuro de 20 años o más.