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De las 125 iniciativas presentadas en los últimos 13 años, el 66% de ellas ha sido calificadas con dictámenes negativos.

En los últimos 13 años, el Congreso de la Unión ha recibido 125 iniciativas de reforma con la intención de modificar el funcionamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la estructura energética del país.

Del año 2000 a la fecha se han recibido en el Congreso 125 propuestas por parte de partidos políticos y del Ejecutivo federal, que van desde cambios pequeños, los enfocados a modificar la estructura y el régimen fiscal de Pemex, hasta constitucionales para darle autonomía a la paraestatal.

De acuerdo con cifras del Sistema de Información Legislativa (SIL) de la Secretaría de Gobernación, que da seguimiento al Poder Legislativo, la mayoría de las reformas que en ese rubro se han presentado, se han desechado, según se informa en una nota del periódico El Universal.

Y es que conforme a esas cifras, desde el año 2000, de las iniciativas que tocan a Pemex o al sector energético, 83 se calificaron con dictámenes negativos.

Sólo 26 iniciativas de reforma fueron aprobadas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación.

En ese paquete de reformas avaladas se ubica la última reforma de gran calado para el sector energético que fue presentada el 10 de abril de 2008 por el entonces presidente panista Felipe Calderón Hinojosa.

La reforma panista generó rispidez entre las distintas bancadas en el Senado, que fue la cámara de origen, e incluso movilizaciones y un cerco de grupos afines a Andrés Manuel López Obrador.

La izquierda tomó la tribuna de la Cámara Alta, presidía el panista José González Morfín, y el pleno se aprestaba a avalar un permiso para que el entonces presidente Calderón pudiera viajar al extranjero.

Ante la imposibilidad de sesionar en la antigua casona de Xicoténcatl, los líderes del Senado decidieron hacerlo en la Torre del Caballito.

Dicho inmueble se convirtió en una auténtica fortaleza, con seguridad resguardando, debido a que fue cercada por manifestantes afines a López Obrador. Algunos fueron introducidos por senadores de la pasada legislatura, con el propósito de boicotear la aprobación.

La iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, a la cual hoy se le dará entrada formal en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se inscribirá en el abanico de propuestas que se han recibido.

Asimismo, del total de las 125 reformas recibidas desde 2000, 14 iniciativas se mantienen pendientes de aprobación en las respectivas comisiones y dos fueron retiradas.
 
Ya hay coincidencias entre los partidos sobre reforma

Aunque el PRD todavía no presenta su iniciativa de reforma energética, el último borrador muestra que las tres principales fuerzas políticas del país coinciden en cinco puntos que debe contener la reforma energética, pero sólo el PAN y el PRD impulsan la creación del fondo nacional que administre la riqueza petrolera.

De acuerdo con los documentos, el presidente Enrique Peña Nieto y su partido el PRI, junto con el PAN y el PRD, coinciden en la urgencia de bajar la tasa de impuestos que paga Pemex al erario; convertir a Pemex en un corporativo real; sacar a la paraestatal del presupuesto de egresos; transformar a la Comisión Federal de Electricidad en una empresa corporativa y fortalecer la red nacional de proveedores de energía.

Según una nota del periódico Excélsior, la principal diferencia de las tres fuerzas políticas se concentra en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional, pues Peña Nieto sólo retira la palabra “contratos” para permitir que Petróleos Mexicanos (Pemex) pueda asociarse con el sector privado para explorar y explotar el crudo; el PAN retira también la palabra “concesiones”, para permitir que el sector privado vuelva a ser dueño de instalaciones petroleras, como ocurría hasta 1938 y que originó la expropiación decretada por Lázaro Cárdenas.
 
Los perredistas están firmes en que no se toque en absoluto el texto constitucional, porque desde su perspectiva, Pemex puede desarrollarse sin tener acuerdos con el sector privado, sino a partir de la lógica de que la paraestatal se quede con la mayor parte de sus ganancias y con ellas alquile servicios a los privados, pero sin asociarse con ellos.

Hasta el momento, sólo el PAN ha planteado tanto la reforma constitucional como el régimen transitorio que contiene las líneas desarrollar en las leyes secundarias.

El presidente Enrique Peña Nieto sólo presentó de manera oficial la reforma constitucional, pero en el discurso que emitió para hacerla pública lanzó los lineamientos de lo que deben incluir las leyes secundarias.

El PRD presentará una propuesta que modifica 12 leyes y expide la nueva ley que crea el Fondo de los Excedentes Petroleros.

Esa es una de las coincidencias que sólo tienen el PAN y el PRD. Los panistas denominan Fondo Mexicano del Petróleo, el cual tendrá personalidad jurídica y patrimonio propio y el objetivo de administrar la renta petrolera.

Junto con esto, el PAN plantea la autonomía plena de las comisiones Nacional de Hidrocarburos y Reguladora de Energía.

Los perredistas, de acuerdo con su borrador, quieren el Fondo de Excedentes Petroleros, que se encargará de administrarlos de forma equitativa y procurar su mejor aprovechamiento en beneficio del país.

El presidente Enrique Peña Nieto, cuya propuesta hacen suya el PRI y el Partido Verde, no tienen propuesta alguna sobre el Fondo, que está inspirado en el modelo noruego de Fondo de Pensiones Noruego-Global, anteriormente conocido como Fondo de Petróleo del Gobierno, que es donde los noruegos canalizan una parte considerable de las ganancias petroleras para garantizar el bienestar de sus futuras generaciones.

Una de las coincidencias en el planteamiento de las tres fuerzas políticas es que Petróleos Mexicanos debe reducir la tasa de impuestos que paga a la Federación.

Los perredistas proponen que la empresa tenga un plazo de cinco años para disminuir su carga fiscal de 71.5% a 62.5%, y los 150 mil millones de pesos que ahorre los canalice a capitalizarse.

El PAN destaca que “el Ejecutivo deberá ejecutar, en un periodo de transición no mayor de 10 años, un plan de adaptación tendiente a lograr la disminución de la dependencia fiscal de los recursos petroleros y a eliminar el pasivo laboral.

“Los Derechos de extracción que paguen los operadores serán administrados por el Fondo Mexicano del Petróleo.”

Peña Nieto anunció, en tanto, que en el paquete de reforma fiscal que propondrá a la Cámara de Diputados en septiembre próximo, incluirá un plan para que se modifique el régimen fiscal de Pemex y la empresa tenga una menos carga de impuestos, pero no detalló el esquema.

Dos coincidencias más, con naturaleza igual, es que se busca que tanto Pemex como la CFE sean empresas corporativas.

Los panistas plantean en el sexto transitorio que “la responsabilidad de la dirección y planeación de Pemex y CFE será atribución de sus propios Consejos de Administración, los cuales seguirán las prácticas internacionales de gobierno corporativo. Los Consejos de Administración estarán compuestos de cinco consejeros independientes, cuatro consejeros del gobierno y el secretario del ramo como presidente y con voto de calidad”; es decir, quita los espacios otorgados al sindicato.

Los perredistas tienen una redacción similar, pero mantienen la presencia de los trabajadores, con la aclaración de que deberán ser seleccionados para que se cuente con la mejor representación; es decir, que no sea la cúpula del sindicato el que ocupe esos espacios.

Sector privado invertirá 7 mil millones de dólares
 
Con o sin reforma energética los industriales del país se comprometieron ayer a invertir 7 mil millones de dólares en los próximos tres años, siempre y cuando tengan asegurado el suministro de gas natural.

Desde el año pasado, las empresas que usan intensivamente el gas natural sufrieron desabasto del combustible debido a la insuficiente infraestructura de gasoductos.

Además, la baja producción del hidrocarburo obliga a Pemex a importar 33 por ciento de los requerimientos, un problema que contrasta con el boom de producción de gas shale que se vive en Estados Unidos.

De acuerdo con una nota del periódico Reforma, el condicionamiento de inversiones por 7 mil millones de dólares lo expuso Francisco Funtanet Mange, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, en una reunión en Los Pinos convocada por el presidente Enrique Peña Nieto para presentar la Estrategia Integral de Suministro de Gas Natural.
 
Dicho programa contempla acciones como incrementar la importación de gas natural licuado, invertir 30 mil millones de pesos para aumentar la producción de ese hidrocarburo y sustituir el gas natural por combustóleo en los procesos de Pemex y CFE.

"Para resolver la paradoja de tener abundancia de gas en el subsuelo y escasez en la superficie, se requiere una reforma energética de fondo", dijo el Mandatario en alusión a la iniciativa presentada el lunes y en la que propone que particulares puedan invertir en infraestructura y producción del combustible.

Peña aclaró que las medidas gubernamentales por sí solas no lograrán revertir el rezago, pues, ejemplificó, mientras Estados Unidos perfora 9 mil pozos para extraer gas, a través de particulares, Pemex apenas llega a tres.

Incluso, dijo, el vecino del norte ha amortiguado los efectos de su crisis económica gracias a la industria energética que se desarrolla en la frontera con México, donde los empresarios mexicanos han emigrado para perforar pozos por las restricciones que tienen en el país.

Álvaro Fernández Garza, líder de los industriales de Nuevo León y director de Alfa —conglomerado que produce gas natural en Texas— detalló que del monto total de inversión, 5 mil 500 millones de dólares se invertirán en proyectos ubicados en Nuevo León, Veracruz, Coahuila y Tamaulipas.
 

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