• Política
  • e-consulta
El des-peña-dero, es el sí se puede de este gobierno.

El Primer Informe del Gobierno Federal que preside Enrique Peña Nieto indica que las cosas no marchan bien en el país y con un evidente fracaso de las políticas sociales, principalmente porque la macroeconomía nacional se ha contraído, con un severo impacto negativo en el bienestar de todos los mexicanos, considero la Senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros, Presidenta de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara Alta.

Y es que el retroceso económico, la concentración de los beneficios, las reformas y políticas públicas regresivas, “hacen imposible que la estrategia de desarrollo social revierta la desigualdad y la inequidad social, por más astucia y destreza que se le imprima, menos aún si continúa teniendo un sello asistencialista, tal y como recientemente lo reconoció el Titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, preciso Cuéllar Cisneros.

La pobreza y el hambre persistirán, dijo la perredista, “y hasta se incrementarán si continúa la desaceleración y se convierte en recesión, más aún si se formulan reformas regresivas y se mantienen 273 programas federales y cerca de 2 mil 391 estatales y municipales con sesgo abiertamente asistencialista, en vez de impulsar la economía y la demanda interna, en particular el sector industrial; el empleo formal, el incremento y el poder adquisitivo del salario y la universalidad de los derechos sociales”.

En este contexto, Lorena Cuéllar, expreso que “consideramos innecesario entrar en los detalles del Sistema de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, porque sería tanto como caer en la trampa de tejer sobre algo que por el momento no se puede con estas políticas que sí nos llevan al des-peña-dero.

La senadora de la izquierda sostuvo además que tenemos una macroeconomía deteriorada y contraída en la inversión financiera y productiva; en las reservas internacionales; el comercio exterior; la deuda pública y los requerimientos financieros del sector público;  las remesas, la inflación, el salario y el consumo; el empleo formal e informal; la pobreza y la vulnerabilidad social; el IVA y los privilegios fiscales y la producción alimentaria, entre otros; dando lugar a un incremento de la desigualdad, en contraste con una minoría que fortalece su riqueza y privilegios, profundizando una inercia que ya se alarga por tres décadas.

Recordemos que según el Banco de América, México está en riesgo de recesión en el segundo semestre y está en lo más profundo del bache, “la inflación del primer semestre del año devoró ya el aumento al salario mínimo, debido a que el índice de la canasta básica registró un aumento de 4.81% a tasa anual, con lo cual casi duplica el 2.5% del índice de la inflación subyacente y el 3.47% de la inflación general, considerando, además, que los productos que más subieron de precio dentro del índice de la canasta básica fueron principalmente los de origen primario, alimentos, transporte y servicios para el hogar”, agregó Cuéllar Cisneros.

Además, al cierre del segundo trimestre de 2013, “los precios al consumidor tuvieron una variación anual de 4.09 por ciento, ubicándose por cuarta vez en el año por arriba del límite superior del intervalo de variabilidad establecido por el Banco de México”.

Según datos del Coneval, en los primeros meses del año el costo de la canasta alimentaria básica aumentó 9%, mientras que los salarios lo hicieron alrededor del 4%. La inflación de México es la segunda más alta de la OCDE.

De acuerdo con el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, el ingreso laboral per cápita tuvo una reducción en el primer trimestre del año de casi 8%, lo cual quiere decir que el ingreso per cápita comparado con el costo de la canasta básica llegó a su nivel más bajo desde que comenzó la medición de este indicador en 2005.

En el periodo de abril a junio de 2013, puntualizó la Senadora del PRD, el salario de los trabajadores formales cayó 0.4 por ciento, promediando un crecimiento de 0.09 por ciento en el primer semestre del año.

Y cuando se revisa lo relacionado al empleo formal e informal, el impacto ha sido impresionante: en el primer semestre de 2013, se registraron 340 mil 714 empleos formales, 162 mil 709 empleos menos que en el mismo periodo del año previo.

Más todavía, concluyó Lorena Cuéllar, “entre mayo y julio se crearon tan sólo 14 mil empleos formales, lo cual refiere un hito histórico, dando lugar a que la tasa de desempleo en julio fuera del 5.12% de la Población Económicamente Activa, para un total de 2.6 millones de desempleados, el mayor en seis meses, afectando principalmente a la población joven”.


Fotografía (Archivo)

Tags: