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Tlaxcala se encuentra entre las entidades federativas con los índices más altos de discriminación hacía las mujeres, pues se les sigue despidiendo de espacios laborales por estar embarazadas y el 70 por ciento de ellas están a cargo de los hogares, pero muchas – según el INEGI – perciben menos de un salario mínimo al día.
Por ello, la directora del colectivo “Mujer y Utopía AC”, Rosario Mendieta Herrera, criticó que los diputados locales – a propuesta del Ejecutivo – hayan modificado el Código Penal para castiga el aborto, antes que armonizar legislativamente éste con el Código Civil en materia de violencia hacia las mujeres, pese a que existe una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) que les ordena hacerlo.
Es más, también deben enfocarse a legislar para generar las condiciones que permitan “a los cientos o miles de menores abandonados por el progenitor”, tener acceso a los alimentos, educación, salud y otros rubros básicos, ya que ese también es un problema en la entidad.
A propósito de la solicitud pública que un grupo de mujeres militantes de diferentes partidos políticos hicieron hace unos días al Congreso del Estado, para reformar el Código Electoral y se destine el cuatro por ciento de las prerrogativas ordinarias a la capacitación de las mujeres políticas, Mendieta Herrera manifestó que “será necesario que ellas se den a la tarea de elaborar y presentar propuestas, ya que las y los diputados lo que menos tienen es la mínima voluntad de legislar en favor de las mujeres”.
“Es grave que las y los funcionarios responsables de generar mejores condiciones de vida y de acceso de las mujeres en los ámbitos social, político y económico no lo hagan, y que la participación siga presentando y/o enfrentando obstáculos; si bien ha existido un mínimo cambio en el incremento de la participación femenina, en la letra de las cuotas de género se mantiene alejado”, enfatizó.
Tan solo en el ámbito político, agregó que las barreras que se tienen que superar son la falta de compromiso del Gobierno por cumplir con la legislación; falta de sanciones a partidos por no cumplir las cuotas de género; falta de seguimiento de las autoridades responsables – IET – para vigilar su cumplimiento; centralización del poder partidario en manos de hombres sin cultura de igualdad entre hombres y mujeres; falta de reconocimiento del liderazgo femenino; entre otras.
La opinión de Rosario Mendieta Herrera fue plasmada en la más reciente de sus colaboraciones en la edición impresa del diario La Jornada de Oriente de Tlaxcala, donde la activista remata que “esos y muchos otros obstáculos no favorecen ni garantizan los derechos de las mujeres, por lo cual es el gobierno y sus tres poderes los principales violentadores de los derechos de las mujeres, generando violencia estructural e institucional en contra de más de la mitad de la población”.