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De comprobarse el espionaje durante la campaña presidencial y el periodo de transición se trataría de una acción fuera de la ley.

El presidente Enrique Peña Nieto dijo que pedirá personalmente al presidente de Estados Unidos Barack Obama que se investigue el supuesto espionaje que se realizó en su contra cuando era candidato presidencial.

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, el mandatario adelantó que durante la Cumbre del G20, que se realizará a partir de hoy en San Petersburgo, Rusia, seguramente habrá un espacio de encuentro “casual o informal” con el presidente de Estados Unidos para tratar este tema.

Señaló: “Precisamente para dejar muy en claro nuestra posición de que, eventualmente de haber existido algún tipo de espionaje en conductas o en formas que no estén apegadas a derecho, evidentemente México las reprueba, las condena y demanda que haya un deslinde de responsabilidades y una investigación sobre el tema”.

Durante la escala que realizó en Canadá rumbo a Rusia, para participar en el Cumbre del G20, subrayó que de comprobarse el espionaje durante la campaña presidencial y el periodo de transición se trataría de una acción fuera de la ley.

Indicó que por ello se ha demandado al gobierno estadounidense que se abra una investigación para deslindar responsabilidades y si ocurrió el espionaje se precise quiénes, cómo y de qué manera lo hicieron. Recordó que se ha citado al embajador de Estados Unidos en México para abordar el asunto.

De acuerdo con informaciones periodísticas, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) espió al Peña Nieto durante su campaña presidencial. Parte de este presunto espionaje habría consistido en intervenir correos electrónicos y conversaciones del entonces candidato. En una de estas conversaciones Peña habló de algunas personas que integrarían su gabinete.

En julio pasado, también se reveló que la NSA y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) habían realizado espionaje en México sobre temas de energía y narcotráfico.

En ambos casos, México externó su protesta y solicitó explicaciones a Washington, así como la realización de investigaciones.

En el más reciente caso, incluso solicitó la presencia del embajador estadounidense Anthony Wayne en la cancillería para que ofreciera explicaciones al respecto.

Ayer, en Estocolmo, durante su primera visita oficial a Suecia, el presidente Obama aseguró que se están revisando los protocolos de los servicios de inteligencia de su país para encontrar un equilibrio entre el objetivo de la seguridad nacional y los medios empleados.

El mandatario de Estados Unidos, en una parada previa a la cumbre del G20 en San Petersburgo, explicó en conferencia de prensa que su gobierno está en contacto con los países europeos y con otros Estados para analizar todas sus preocupaciones ante las denuncias de espionaje hechas por algunos de ellos y determinar qué pasos dar.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien también habría sido objeto del espionaje de Estados Unidos, según fuentes oficiales brasileñas, se encuentra furiosa, en espera de una explicación de Washington y a punto de cancelar una visita que tenía programada a esa nación de América del Norte.

Según otra una nota del diario 24 Horas, el gobierno estadunidense contactó al gobierno de México por el escándalo del presunto espionaje efectuado por la Agencia de Seguridad Nacional a Peña Nieto.

Una fuente de la embajada estadunidense informó a CNN México que “el gobierno de Estados Unidos se ha puesto en contacto con el gobierno de México” para abordar el tema, pero se negó a comentar sobre lo reportado por TV Globo.

Condenan en EU espionaje hacia Enrique Peña

Organizaciones defensoras de las libertades civiles exigieron al gobierno de Estados Unidos explicaciones convincentes a Enrique Peña Nieto y otros líderes extranjeros afectados por el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad.

"Lo que estamos viendo es el resultado de la increíblemente creciente habilidad de la NSA de recoger información electrónica", dijo el director de programas de WOLA, Geoff Thale, al ser cuestionado sobre el escándalo por el espionaje al presidente mexicano y a su homóloga brasileña, Dilma Rousseff.

"A medida que esa capacidad se ha incrementado, las revelaciones muestran que ha sido utilizada esa capacidad sin límites aparentes", agregó según una nota del periódico Reforma.

En su opinión, el caso es aún más grave teniendo en cuenta que se interceptaron las comunicaciones de manera directa y totalmente consciente.

"La vigilancia no se realizó como parte de un programa antiterrorista, sino que se apuntó claramente y específicamente (a los presidentes de Brasil y México)", insistió.

La crisis, agregó el experto, requiere una respuesta convincente para mitigar inquietudes.

"Altos líderes de Estados Unidos, incluido el presidente, van a tener que responder directamente a las preocupaciones de los mandatarios de México y Brasil", comentó.

"Además, los funcionarios de Estados Unidos van a tener que marcar reglas claras y guías de vigilancia para tranquilizar a la población estadounidense y a los líderes políticos extranjeros de que este tipo de vigilancia no va a volver a repetirse de nuevo sin autorización explícita al más alto nivel", abundó.

El domingo en la noche, la cadena brasileña Globo dio a conocer que Estados Unidos espió de forma intensiva al Presidente Peña Nieto cuando era candidato.

La NSA fue la encargada de hacerlo, según documentos de la agencia obtenidos por el ex contratista de inteligencia Edward Snowden y filtrados al periodista del diario The Guardian Glenn Greenwald.

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