- Política
Tlaxcala, Tlax.- Nada es igual, nada se repite, en Tlaxcala se ha iniciado ya el ritual de la sucesión, la senadora Adriana Dávila Fernández rindió su primer informe de labores.
Pero también el viejo PRI, de alguna manera asomó su vetusto rostro, aunque sea para el recuerdo, llegó la neo perredista senadora Lorena Cuéllar Cisneros y hasta la subieron al presídium.
Son otros tiempos, sin embargo la presencia del otrora “candidato a la mano”, Joaquín Cisneros no se pudo negar, la sangre no se borra, no se puede cambiar por tinta amarilla o azul.
El revuelo y las especulaciones fueron mayúsculas, que si viene una alianza, que si va a declinar, que si esto, que si lo otro, cuando una de las protagonistas, Lorena, dijo en entrevista aparte que es simple amistad.
“Porque Adriana estará en mi informe”, adelantaría la Cisneros.
Pero ni modo, hay que ir, por las dudas, dirían otros y ese fue el caso del actual dirigente estatal del albiazul, Sergio González, quien con gafas oscuras juró que no iba crudo, más bien desvelado, por la feria de Texoloc.
La cita era a las once de la mañana, al filo de las once y veinte llegó Ricardo, el esposo de Adriana, amable, sencillo, para checar discretamente que Vicente Hernández Roldán y Ángelo tuvieran todo bajo control.
Así fueron ingresando poco a poco los más de tres mil 500 asistentes al informe, se entretenían observando el escenario, al frente dos enormes pantallas, una bandera tricolor, el pódium con el logotipo del senado.
Poco a poco las sillas se fueron llenando, ya eran las once y media y la senadora no llega, hay que ver el escenario, de lejos y hasta atrás, el escenario parece de película, sideral, con esas enormes lámparas.
Destacan al frente las frases del informe, los logros, las reformas a los códigos, por ser corta se queda en la mente esa de la Ley contra el Lavado de Dinero, enormes rostros de Cordero y Adriana lucen curiosos para las fotos.
Todo es nervio, la senadora se deja querer, ya los alcaldes están formados para recibirla, muy trajeados ellos, adentro todo es nervio, pero nadie protesta, se guarda la compostura.
Al filo del medio día, una hora después al fin llega la senadora “Adri”, como le dicen sus allegados, enfundada en un elegante vestido casual, color perla, con una discreta abertura en las piernas, resalta su maquillaje, sencillo al igual que su peinado.
No así su collar y zapatillas, del mismo color azul eléctrico, que de inmediato llaman la atención, todo el mundo la quiere saludar, abrazar, hacerse presente, dentro del recinto comienzan las carreras,
Adriana Dávila no se da abasto para saludar a tanta gente que la quiere abrazar, es claro el cariño que le tienen, se lo ha sabido ganar, así recorre el centro del sillerío, llega hasta adelante.
A su entrada y durante todo el informe, las porras caen como la cascada de Atlihuetzía, una tras otra, ya están ubicados senadores, diputados federales, alcaldes recién electos entre los que destaca el de Apizaco.
Con sonrisa forzada, hace su arribo Lorena Cuéllar, la acompaña Ángelo, cede la estafeta de su brazo a Ernesto Cordero, líder del PAN, quien amablemente conduce a la Cisneros hasta su lugar.
Otra sorpresa, en el presídium se ubica Leonor Romero Sevilla, diputada federal, del otro lado ubican al líder estatal Sergio González, Lorena Cuéllar también ocupa un lugar en el presídium, nadie entiende la razón.
Es la crema y nata tlaxcalteca del panismo, pero nadie cuestiona nada, no son momentos de hacer olas.
Se entona el Himno Nacional Mexicano, luego viene un recorrido virtual por el Senado, Adriana muestra su curul, su oficina, la tribuna, no hay nadie, los recuerdos, la información se conjugan.
Interviene Ernesto Cordero, de entrada reconoce la solidaridad en las contiendas del senado del PRD, porque juntos hacen mayoría, por arriba del PRI y asegura que es lo que cambiará el rumbo.
Recorre sus logros, las iniciativas, la reforma laboral, para que los sindicatos rindan cuentas y entre la democracia, otro logro fue lo de la ley de educación y los temas se desgranan como mazorca.
Ernesto Cordero dijo que la senadora Adriana Dávila es una guerrera, que ha peleado y ganado luchas electorales, como la reciente recuperación de Apizaco, dijo que Adriana siempre regresa, da la cara y es un ejemplo.
Dejó en claro que Adriana Dávila es muy intensa, como lo demostró al debatir con el poder, pero más se le reconoce que ha encabezado la defensa de lo que se ha ganado legalmente en las urnas y que se le quiere arrebatar al PAN.
Las porras adquieren su clímax cuando sube al pódium Adriana Dávila, reconoce el sacrificio de un domingo familiar, franca directa, con un cambio de actitud, madura, en su plenitud, muestra su oficio político.
También reconoce la presencia de Lorena Cuéllar, de quien tiene con ella una alianza muy interesante, para construir abiertamente, para beneficio de Tlaxcala, de los hombres y las mujeres de Tlaxcala.
Recorre su experiencia con el nuevo gobierno priista, no vamos a regatear nada, advierte, nada es como lo pintan, falta sensibilidad, los panistas no vamos a aprobar una reforma hacendaria que lastime a los mexicanos.
En el tema de la reforma energética, dijo que antes se debe aprobar una reforma política, porque hace falta revisar muchas leyes, para que se haga respetar el voto ciudadano.
Recordó sus tiempos cuando estudió periodismo, fueron circunstancias que la llevaron a estudiar y trabajar, eso implica educación de calidad, por eso está en contra del IVA en colegiaturas, porque no son justas.
Adriana Dávila, se abrió de capa, dijo ser una tlaxcalteca que vive, sufre, se preocupa al igual que miles de mujeres tlaxcaltecas cada día, como cualquier madre de familia.
Más adelante dijo que en materia electoral, las viejas prácticas siguen, eso no se puede permitir, no podemos permitir que por ejemplo cualquier presidente de un instituto electoral sea esposo o esposa de un funcionario del gobierno.
Convocó a cambiar las cuestiones electorales, por medio de iniciativas, luego se comprometió a enviar su informe de labores a los hogares tlaxcaltecas, para que se constate su trabajo.
Hizo notar que el PAN en Tlaxcala gobierna a los municipios más importantes, ha logrado importante presencia en el Congreso local, y que de aquí en adelante los panistas tlaxcaltecas exigirán transparencia en el manejo de los recursos.
Cerró su mensaje al decir que no hay seguridad en México, hay más impunidad, todo ha sido peor, dio a entender que no bajará la guardia y que seguirá siendo la Adriana Dávila que todos los tlaxcaltecas conocen.
Luego vinieron las entrevistas, todos se querían tomar la foto, Adriana tiene los reflectores, Lorena se va discreta, los comentarios no paran, ya comenzó el rumbo del nuevo gobierno, es el ritual de la sucesión.