- Apizaco
Apizaco, Tlax.- En el problema de recolección de la basura en Apizaco, el alcalde Orlando Santacruz Carreño dijo que se sentiría mal “si yo no tuviera la capacidad de recolección de basura”.
“Yo quiero decir que somos el único municipio que recolectamos basura de lunes a domingo, y que de lunes a viernes recolectamos en cuatro turnos, de las ocho a las seis de la mañana del otro día”.
Se trabaja con 68 trabajadores y once vehículos, no quiero compartir culpas, me queda claro que como abogado y conocedor un poquito de la ley, que el artículo 115 en su fracción tercera finca la responsabilidad.
Dice la ley que la recolección de la basura es responsabilidad de los alcaldes, y en ese caso “es mi responsabilidad, he sido en muchas decisiones firme, muy firme”.
Y la firmeza de no seguir permitiendo que la empresa Promotora Ambiental S.A. (PASA) trabajara en Apizaco, es porque “yo no quiero dejarle a nadie de quien pudiera sucederme, en este caso a Jorge Luis, un problema”.
“Con una empresa que abusando de un convenio, que le firmó la alcaldía que me antecedió, un convenio en el que a partir de julio de este año, nos querían cobrar 1.2 millones de pesos, más IVA”.
Que si se multiplica por los doce meses, estamos hablando de quince millones de pesos, cuando el presupuesto para el próximo año, será cercano a los 67 millones de pesos.
“Yo creo que soy de esos políticos que al menos tengo el valor para creer, que el que me pueda suceder sea mejor que yo, normalmente los políticos siempre decimos que no va a haber uno mejor que nosotros”.
Pero no es el caso, porque además como quiero tanto a esta tierra y aquí viviré, pues deseo que el que llegue sea mejor que yo, para que haga mejor las cosas y pueda seguir viviendo en un mejor lugar.
“Entonces, yo cargaré con muchas cosas, no solamente el tema de la basura, sino que tendré que cargar con muchas cosas que solamente alguien que quiere mucho a su pueblo lo puede aguantar”.
Solo quien tiene los suficientes pantalones, se le puede poner al tú por tú a una empresa que le ha hecho tanto daño a tantos municipios, y que los ha llevado al quebranto financiero.
Si no pregúntenle a Cuernavaca, si no pregúntenle a muchos estados del sureste que vendiéndoles espejos por oro, firmándoles convenios que para rescindirlos, en el caso de Apizaco, se requería pagar 16 millones de pesos.
Entonces, tuvimos que esperar el momento oportuno, el momento clave, para que jurídicamente “pudiese yo rescindir un contrato sin la afectación patrimonial al municipio”.
Es cierto, lo digo con mucho orgullo, tuvimos que sacar los camiones que teníamos en la basura, para ponerlos en marcha y comenzar a trabajar con mucha dignidad.
“Yo puedo decir que desde que asumí la responsabilidad, no hay un solo día en que del boulevard Emilio Sánchez Piedras a boulevard la Libertad; de Morelos a Independencia, no pase el camión de la basura”.
El tema es que si hemos tenido un atraso en la recolección, no comparto culpas, pero si lo puedo exigir, porque pago un millón 800 mil pesos anuales.
“Por eso me da risa cuando el director de ecología se quiere poner muy valientito, cuando tenemos un reporte fotográfico y si hablamos de verdades, esos rellenos sanitarios deberían ya de estar clausurados por Semarnat”.
Quiero decirles que si yo estoy recogiendo la basura, todos los días, una familia en promedio de cinco habitantes no genera en un día una de esas bolsas enormes.
Así es que nada nos cuesta esperar a que pase el camión de la basura, porque a veces hemos tenido el atasco de los camiones, no de nosotros, sino de otros municipios.
Además, la semana antepasada, toda la zona de Huamantla, que son 12 municipios, reventó su relleno sanitario y todos venían a tirar a Tela, los doce municipios.
Lo que ocurre es que entonces teníamos doce camiones por delante, y la semana pasada reventó el relleno sanitario de Panotla, y toda la zona de Tlaxcala, que son como 16 municipio vinieron a tirar su basura.
Entonces teníamos 16 camiones adelante, y por si esto fuera poco, nosotros pagamos un millón 800 mil pesos al año, que no es nada barato, para ir a tirar la basura a ese relleno sanitario, que no lo vale, ni pagar cien mil pesos.