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La injerencia de un presbítero en la elección de Apetatitlán es algo que no debe repetirse

Para el vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Federal Electoral (IFE), Marcos Rodríguez del Castillo, la Secretaría de Gobernación (Segob) debe dar vista y tomar cartas en el asunto sobre lo acontecido en la elección por el ayuntamiento de Apetatitlán, la cual fue anulada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que corroboró la injerencia del entonces párroco, Agustín Cuamatzi Montiel, en el proceso comicial a favor del candidato del PAN que al final resultó el ganador.

En breve entrevista, recordó que esa dependencia es a quien corresponde regular la actuación de los ministros de culto, pues éstos deben estar al margen de los procesos electorales que se lleven a cabo.

"Entre sus facultades está el regular la actuación de los ministros de culto religioso", dijo.

No obstante, “esa situación sienta un precedente que debe quedar registrado a conciencia y en los anales de la historia de Tlaxcala y que no debe repetirse", enfatizó.

Rodríguez del Castillo, señaló que de ahora en adelante corresponde a la iglesia y a sus ministros realizar las tareas necesarias para evitar que este lamentable hecho vuelva a repetirse.

En tanto, la Diócesis de Tlaxcala relevó a Cuamatzi Montiel como párroco de la cabecera municipal de Apetatitlán, debido a que ya tiene más de 75 años de edad y entonces debe dedicarse a otras actividades pastorales que, entre otras cosas, ya no es oficial misas permanentemente.

En su lugar arribó el presbítero chiautempense, Antonio Ordóñez.

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