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La bancada del PRD en el Senado se levantó de la mesa de negociación de la reforma política, en protesta por los acuerdos que construyen el PAN y el Gobierno federal en materia energética.
"Es un agravio al Senado. No vamos a contribuir a un acuerdo de reforma política en el que el PRI y el PAN acomoden sus intereses", dijo el coordinador, Miguel Barbosa.
De acuerdo con una nota del periódico Reforma, el legislador afirmó que analizarán abandonar todas las negociaciones que están en curso.
Acompañado de una docena de legisladores federales, Barbosa exigió una aclaración oficial del Gobierno federal y de los grupos parlamentarios del PRI y PAN sobre el supuesto acuerdo para entregar licencias a la iniciativa privada y compartir hidrocarburos, en el marco de una reforma energética constitucional.
"Nuestra posición es muy firme y no vamos a permitir una burla así", expresó el poblano.
El diario Reforma publicó este miércoles información que manejó The Wall Street Journal según la cual el Gobierno federal y el PAN negocian que petroleras privadas y el Estado mexicano compartan la producción de hidrocarburos.
Más tarde, Barbosa afirmó que de desmentirse las versiones que apuntan a una negociación entre el PAN y el Gobierno federal para ampliar la reforma energética retomarían la mesa político electoral.
"Nos levantamos de la mesa para que se nos aclare si esta versión tiene sustento o no. De tener sustento tomaríamos una definición ya conclusiva, si no tiene sustento nos reintegramos a la mesa, pero queremos la respuesta", emplazó Barbosa en entrevista para Radio Fórmula.
En caso contrario, acotó el legislador, el día de mañana, tras reunirse con la dirección del partido, informarían acerca de su postura final frente a las negociaciones de las reformas.
"Nosotros mañana tenemos una reunión de estrategia en la que estaría la dirección del partido, el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, personajes que ya se han involucrado en esta posición de la propuesta de reforma energética que traemos nosotros para fijar una estrategia general y una posición final", advirtió.
Barbosa manifestó que el análisis de la reforma energética debe resolverse en el Congreso y no fuera de él.
Peña y el PAN preparan el saqueo de Pemex
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano afirmó que la posibilidad de otorgar contratos de producción compartida en Pemex a la empresa privada abriría la puerta a un “saqueo” a los recursos petroleros del país, e insistió ante diputados que para fortalecer a la paraestatal no se requieren reformas constitucionales.
De acuerdo con otra nota del periódico Crónica, el ex jefe de Gobierno del DF dijo desconocer si es una situación ya confirmada la posibilidad de abrir a los empresarios no sólo de los contratos de utilidad compartida, sino también de los contratos de producción compartida de Pemex, como publicó The Wall Street Journal.
Sin embargo, señaló que en caso haberse registrado ya una negociación entre el gobierno y el PAN en ese sentido, “se estaría abriendo la puerta para un saqueo de los recursos petroleros del país”.
Luego de exponer ante las comisiones de Energía y Puntos Constitucionales de la Cámara baja la propuesta energética del PRD, Cárdenas Solórzano señaló que la iniciativa del gobierno federal contempla reformas constitucionales y establece la posibilidad de contratos de utilidad compartida, mientras que la del PAN pide una apertura total a la empresa privada.
En el marco del análisis que se lleva a cabo en San Lázaro sobre este tema que se discute en el Senado, como Cámara de origen, el ingeniero reiteró que la propuesta de reforma del Ejecutivo permitiría la privatización del sector energético.
“Al no ser ya estratégicos los sectores de los hidrocarburos y de la electricidad, los órganos que hoy los manejan, esto es Pemex y (la) Comisión Federal de Electricidad, podrían, dejar de ser propiedad gubernamental, y todo lo que posean podría ser vendido, esto es privatizado”, puntualizó.
Además, agregó, se estaría ante la “gravísima perspectiva de que las compañías expropiadas en 1938, ahora con otros nombres, vuelvan a ser las que decidan cómo se manejan, y sean las principales beneficiarias de la explotación de los yacimientos de hidrocarburos mexicanos”.
Asimismo —dijo— el Estado perdería la exclusividad en el manejo de las áreas estratégicas de la industria petrolera, desde la exploración y la explotación de los yacimientos, y, consecuentemente, el manejo y cuidado de las reservas, hasta la transformación industrial del recurso en la refinación y petroquímica, así como en los servicios complementarios de almacenamiento y transporte.
Comentó que cancelar la condición de estratégicos a los sectores petrolero y eléctrico, haría que éstos quedaran sujetos a las estipulaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el TLCAN, del que se encuentran, hasta este momento, excluidos.
Finalmente, Cuauhtémoc Cárdenas urgió la necesidad de que el gobierno defina una política petrolera integral y establezca un adecuado manejo de las reservas, y su incremento a al menos 25 años, y la secuencia en que se debiera explotar los yacimientos del país, en función de las necesidades de producción a futuro.