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Por segunda ocasión en esta semana, trabajadores de confianza del ayuntamiento de San Pablo Apetatitlán, pero esta vez reforzados por los integrantes del cabildo, cerraron las instalaciones de la presidencia municipal en demanda del pago de prestaciones de fin de año y un bono de 80 mil pesos para cada regidor.
Ante el incumplimiento por parte del alcalde, Raúl Acoltzi Vázquez, de que les pagarían a por lo menos 50 empleados de confianza sus prestaciones íntegras de fin de año y las dos quincenas del mes de diciembre, decidieron ejercer presión una vez más con la suspensión de los servicios, tal como lo hicieron el lunes pasado.
En esta manifestación que inició a las 9:00 de la mañana también se hicieron presentes miembros del cabildo sampablense porque tampoco les han cumplido la promesa de que terminarían el trienio con un bono de 80 mil pesos, pagados en la primera quincena de diciembre.
Los inconformes estacionaron las unidades recolectoras de basura y le negaron el paso a los funcionarios de primer y segundo nivel a sus oficinas, a efecto de expresar su molestia por las largas del edil de extracción priista.
En entrevista, el director del área de Comunicación Social de la comuna, Luis Sánchez, apuntó que el alcalde les informó que este viernes 13 fue su último día de labores, “y no nos oponemos a ello, pero es necesario que nos cumpla con el pago de los salarios y prestaciones que nos debe y que además ya se habían acordado”.
Consultado al respecto, el munícipe Raúl Acoltzi afirmó que los pagos a los trabajadores de confianza se harán “en tiempo y forma”, pues legalmente en materia laboral tiene como límite el 20 de diciembre para que la administración lo haga.
Eso sí, advirtió de tajo que a los regidores no les dará ni un peso de bono porque no está contemplado ni existen los recursos económicos para hacerlo; “es vergonzoso que hagan estos actos y no se pongan a pensar que primero es el bienestar de la ciudadanía antes que sus intereses económicos”.