• Municipios
  • Pedro Morales
La belleza de esta Virgen se levanta 14 metros desde el suelo

Chignahuapan, Puebla.- Este municipio enclavado en las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla, es conocido por la producción de esferas, los turistas visitan a la virgen de la Inmaculada Concepción, que es considerada la más grande del mundo.

La imagen se aloja en el altar mayor del templo del mismo nombre, la escultura, tallada en cedro rojo, tiene 14 m de altura, incluyendo los dos metros que mide la corona, y está considerada como la más grande de América Latina bajo techo.

En el año de 1960, el párroco Ildefonso Illescas estaba comisionado en continuar la evangelización del lugar, poco tiempo después se dio cuenta de que la iglesia que tenía el pueblo era insuficiente para tanto devoto.

Así que comenzó a trabajar para hacer una casa más grande para sus feligreses. Durante seis años cientos de manos del pueblo trabajaron codo a codo para lograr el sitio.

Inicialmente el lugar tendría una altura de 30 metros, y al párroco se le ocurrió ponerle una figura de la Inmaculada Concepción.

 Habló con el escultor poblano José Luis Silva, juntos ultimaron detalles de cómo querían la imagen y así comenzaron a trabajarla.

Durante seis años la virgen fue tallada cuidadosamente en madera de cedro, al igual que su hijo Jesús, bebé al que carga de su lado izquierdo.

Aunque la idea original era que solamente estuvieran ellos dos, el artista decidió ponerle en un costado a Eva y Adán, y arriba de ellos la figura del Diablo sosteniendo en su mano la manzana, lo que simboliza el pecado original.

La obra fue terminada en 1972.

Años más tarde, el padre Ildefonso Illescas, solicitó al Vaticano que se le nombrara Basílica Menor, y así en 1999 Juan Pablo II le otorgó esta distinción. Hoy la belleza de esta virgen se levanta doce metros del suelo.

A la entrada nos recibe un amplio vitral de la Anunciación de María, atrás de esa cortina policroma descubrimos la gigantesca belleza de la Inmaculada aguardándonos con sus detalles y simbolismos.

Justo detrás del vitral, descendiendo algunos escalones, encontramos el baptisterio de gran sencillez estilística, a la izquierda, a pocos metros, se conserva el boceto en yeso de la cabeza de la Inmaculada.

El sol que desborda sus rayos detrás de la virgen hace referencia a la luz crística, y el planeta que se halla a sus pies corrobora que la madre de Cristo es la reina de este mundo.

Esta es una obra que hipnotiza por su colosal tamaño, en conjunción con una elegancia que, al mismo tiempo, despliega dulzura y firmeza.

Sin duda, José Luis Silva accederá a la posteridad del arte sacro con esta escultura, digna de pertenecer a las grandes creaciones que han conquistado su espacio a través del tiempo.

Este pueblo mágico se encuentra a tres horas y media del Distrito Federal, hay que irse por la autopista hacia Puebla, después de unos 60 kilómetros hay una desviación hacia San Martín Texmelucan, de ahí a Tlaxcala, después a Apizaco, Tlaxco y después llega a Chignahuapan.

Tags: