- Municipios
Ocho entierros de estratos culturales de tipo colonial y prehispánico fueron localizados en el basamento arqueológico de Tizatlán, comunidad del municipio de Tlaxcala, donde arqueólogos del INAH daban mantenimiento a uno de los muros de la antigua estructura.
Junto con las osamentas también hallaron restos de utensilios de cerámica a los que antropólogos físicos realizan estudios para determinar la época exacta a la que pertenecen.
Es la primera vez que se da mantenimiento y se hace una excavación en la zona arqueológica de Tizatlán, descubierta en 1927 y abierta al público en la década de los 80.
Ramón Santacruz Cano, arqueólogo responsable de las excavaciones, informó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó un mantenimiento emergente al basamento para el rescate de uno de los muros que presentaba fisuras por la existencia de árboles y estaba en riesgo de colapsarse.
Del muro de acceso sur fueron retirados dos árboles de gran tamaño y debajo de ellos localizaron restos óseos, entre cráneos y extremidades, correspondientes a antiguos ritual funerario.
Fue así como del mantenimiento a la zona se dio paso a una excavación arqueológica con la que, hasta esta fecha, localizaron ocho entierros y otro tipo de piezas históricas a una profundidad de 70 y 80 centímetros.
"Hemos encontrado que todavía hay depósitos arqueológicos prehispánicos intactos, es decir, que aunque esta área desde la época colonial hasta la actualidad ha sido intensamente utilizada, estos depósitos arqueológicos se encuentran intactos; la gente no los ha perturbado, lo que sí los ha perturbado es la flora.
"Tenemos alrededor de ocho entierros prehispánicos primarios que implica que fueron individuos depositados en ese lugar de manera intencional por alguna especie de ritual. No podemos determinar qué tipo de ritual, pero sí sabemos que fue en un solo momento", relató.
En entrevista precisó que se trata de adultos varones, mujeres y solo un menor de edad, sepultados con orientación hacia el oriente, postura que habla de un ritual funerario prehispánico, característico de otros entierros descubiertos en el territorio tlaxcalteca.
Santacruz Cano descartó que las osamentas pertenezcan a épocas modernas, en virtud de que el atrio de la iglesia de Tizatlán, que es parte del sitio arqueológico, sirvió por varios años como panteón comunitario.
"Todo el material asociado es estrictamente prehispánico, no es parte del panteón, la estratigrafía nos dice que son prehispánicos con tres estratos culturales, colonial y prehispánico", explicó.