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La confianza del consumidor se derrumbó en diciembre del 2013, debido al pesimismo e incertidumbre que los mexicanos tienen sobre la situación económica, agravada por el cobro de nuevos impuestos y los efectos de la reforma fiscal.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice de Confianza del Consumidor cayó 9.4% en el último mes del año pasado, respecto al mismo período de 2012, para ubicarse en 89.7 puntos.
“El indicador que hace referencia a las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para comprar bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos, mostró en diciembre de 2013 una caída anual de 8.5%, al colocarse en 75.9 puntos”, expuso INEGI de acuerdo con una nota del diario 24 Horas.
La Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO) se lleva a cabo durante los primeros veinte días de cada mes y tiene como base una muestra de dos mil 336 viviendas urbanas a nivel nacional, en las que se entrevista personalmente al informante, para el cual se requiere que al menos tenga 18 años de edad.
La ENCO se recaba en 32 ciudades que comprenden a la totalidad de las entidades federativas del país y el Nivel de Confianza de sus resultados es de 90% con un error máximo esperado del 15%.
El INEGI detalló que el indicador que capta la situación económica de los integrantes del hogar en el momento actual, con relación a la que tenían hace doce meses, se ubicó en el último mes de 2013 en 94.1 puntos, nivel 3.4% inferior al alcanzado en diciembre de 2012.
“El componente que mide la situación económica que se espera para los miembros del hogar dentro de doce meses, respecto a la que registran en el momento actual, mostró un nivel de 98.4 puntos en diciembre del año pasado, lo que significó un descenso de 5.5% respecto a los 104 puntos reportados en igual mes de 2012”, explicó el organismo a cargo de Eduardo Sojo.
“En diciembre, el índice que evalúa actualmente la situación económica del país, comparada con la que prevaleció hace doce meses, registró un retroceso anual de 13.9%, al ubicarse en 88.2 puntos”, comentó el órgano encargado de realizar la encuestas sobre el comportamiento de la economía.
El organismo añadió que el indicador que refleja la percepción de los consumidores sobre la situación económica del país dentro de doce meses, respecto a la actual, presentó en diciembre de 2013 un nivel de 91.8 puntos, cifra inferior en 15.1% a los 108.2 puntos que se observaron en el mismo mes de 2012.
“El indicador de confianza económica continuó deteriorándose por tercer mes consecutivo y acumuló ocho caídas anuales en los últimos nueve meses”, señaló J. Isaac Velasco, analista de Grupo Financiero BX+.
La confianza de los consumidores continuará cayendo en los próximos meses, debido alza en los precios de gasolina y diésel por la aprobación del impuesto especial y en todos productos de consumo, que son gravados desde el primer minuto de 2014, recordó el economista.
El indicador comenzará a recuperarse en la segunda mitad del año, dijo el especialista.
“La implicación para el consumo privado es de un incremento en los riesgos a la baja para el crecimiento de este en la primera mitad del año”, expresó el analista financiero.
“La confianza del consumidor sigue resintiendo la desaceleración de la actividad económica así como los efectos que tendrá la reforma fiscal sobre el ingreso disponible”, informó Casa de Bolsa Banorte IXE.
Comentó que si bien la desaceleración económica en 2013 fue significativa, resulta alentador que la perspectiva sobre la situación futura tanto de las familias como del país empieza a mejorar.
“Los efectos de la reforma fiscal, que se empezarán a sentir a partir de enero, seguirán pesando en el ánimo de los consumidores en los próximos meses”, dijo Banorte IXE.
Nuevos impuestos disparan precios de productos
A partir del 1 de enero los más de 120 millones de mexicanos se despertaron con la noticia de que habría nuevos impuestos adicionales a su bolsillo, en especial, en alimentos con alto contenido calórico, bebidas azucaradas y alimento para mascotas.
Lo que no esperaban era que además del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) de 8% a alimentos chatarra y un peso por litro a bebidas azucaradas, el precio de algunos productos en los anaqueles presentara una variación de hasta 30%.
Esto lo confirmó el periódico El Universal tras un recorrido que realizó por diferentes cadenas de autoservicio y tiendas de conveniencia —antes y después de los nuevos impuestos—, descubriendo que en el mercado se ofertan productos con precios “copeteados”, es decir, su valor no aumentó en la misma proporción que la del gravamen determinado en la pasada Reforma Hacendaria.
En este ejercicio, el diario se dio a la tarea de recabar el valor de 10 productos que los mexicanos consumen con regularidad; su resultado arrojó que 60% de los artículos tienen un precio que supera el impuesto asignado.
Un claro ejemplo de ello es la Coca-Cola de 3 litros, que en el mercado hoy se oferta en 28 pesos, cuando en 2013 su costo rondaba los 24 pesos. Si hacemos cuentas y le sumamos el impuesto que indica la ley, este producto tendría que valer cerca de 27 pesos.
Otro caso es el del pan de dulce. No obstante que en días pasados la industria panificadora reveló a este diario que a partir del 1 de enero el precio de este producto, así como los de repostería y pastelería, tendrían un incremento cercano a 15%, se pudo constatar en el recorrido realizado que algunos panes como el panque, que tenía un costo de 6 pesos en 2013, hoy se vende en 7 pesos, lo que representa una variación mayor a 16%.
De igual forma, todos aquellos que cuentan con mascotas en su hogar y tienen que pagar 16% de Impuesto al Valor Agregado (IVA) por este alimento a partir de este año, encontrarán en el supermecardo que el precio de más que pagarán por este producto supera el de dicho gravamen estipulado.
Según la nota de El Universal, al comprar un paquete de croquetas para perros adultos (2 kilos) el valor que nos arrojó el ticket es de 75 pesos, cuando en 2013 su precio oscilaba los 64 pesos, lo que significa una variación de 17.2%.
El aumento de ciertos productos comenzó desde finales de diciembre, asegura Alberto Millares, de 40 años, a quien nos encontramos en el recorrido. “En una tienda que está cerca de mi hogar, en la Delegación Coyoacán, el 31 de diciembre compré un refresco ya más caro.
Alberto Millares cuenta que por lo general al día compraba una Coca-Cola que le costaba 8 pesos, y en este año pagó hasta 11 pesos por el mismo producto. “Los nuevos impuestos son una farsa, estos incrementos durarán toda la vida y cada vez el precio de las cosas subirá más, no habrá dinero que alcance”.
En los pasillos de una cadena de auto servicio nos encontramos a la señora Blanca Estela Romero, psicóloga de 50 años. En su casa viven seis personas y tres mascotas.
Asegura que lo que más le pegará a su bolsillo es el nuevo impuesto de 16% en alimentos para mascotas, pues ahora la familia, para poder solventar ese incremento, tendrá que alimentar a su perro, gato y tortuga con alimento casero.
“La comida para mascota es un lujo, pero al final, no podemos decirle a nuestras mascotas ¡No comas! El mes pasado gastamos alrededor de 300 pesos, y hoy con los nuevos precios ni con esos 300 pesos vamos a comprar la comida para el perro.
Blanca Estela Romero tomará medidas extremas: ahora, aseguró, buscará diferentes alternativas para alimentar a sus mascotas. Incluso piensa echar mano de marcas propias, las cuales son hasta 20% más económicas.
Cuauhtémoc Rivera, representante de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes en México, catalogó a estos gravámenes como una salida fácil del gobierno.
“Menos de 50% de la población en México tiene la capacidad de compra para abastecer su canasta básica. Son de pena ajena los impuestos y reflejarán una clara ausencia de capacidad de compra de los consumidores”, consideró.