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Fuerzas federales tomaron ayer el control de bastiones de los Caballeros Templarios, en Michoacán.
Según la información disponible, elementos del Ejército mexicano y de la Policía Federal tienen el control de la seguridad en Uruapan, Apatzingán y Múgica, municipios en los que la violencia aumentó durante las últimas semanas por enfrentamientos entre grupos de autodefensa y de la delincuencia organizada.
Por la tarde, el gobernador de Michoacán Fausto Vallejo se reunió con los principales dirigentes y representantes de las autodefensas surgidas en la Tierra Caliente (las de Buenavista Tomatlán, la Ruana, Tepalcatepec, Coalcomán y Aguililla) y acordaron que esos grupos armados ya no tomarán más municipios como lo venían haciendo con el argumento de “liberarlos” del cártel de Los caballeros templarios.
También se comprometieron a que esos contingentes portadores de fusiles de asalto ya no andarán armados por distintos puntos de la región. Asimismo, convinieron que el gobierno federal desarmará a policías municipales de varios ayuntamientos que sufren la presencia del crimen organizado, como ocurrió este martes en Apatzingán, y que la Policía Federal se hará cargo de la seguridad en estos lugares, informó al final de la reunión el líder de las autodefensas de La Ruana, Hipólito Mora, en entrevista con el diario Milenio.
Dos días después de que el gabinete de seguridad nacional sesionó en Morelia para revisar la situación en la entidad, militares y agentes federales desarmaron a policías municipales en Apatzingán y casi de manera simultánea en Uruapan.
Estas corporaciones han sido acusadas por grupos de autodefensa de proteger y trabajar para los Templarios, según se informa en otra nota del periódico Reforma.
En ambas localidades, los federales asumieron las labores de seguridad pública.
En total, unos 10 mil militares y federales están desplegados en Michoacán, en municipios de la región de Tierra Caliente y en la zonas limítrofes con otros estados.
Cerca de 6 mil de ellos se encuentran principalmente en Apatzingán y Uruapan.
En estos municipios se analiza la instalación del centro de mando, en coordinación con autoridades del estado.
El resto tomó posiciones en los límites con Guerrero, Querétaro, Jalisco, Guanajuato y Colima.
A bordo de decenas de vehículos artillados, militares y agentes arribaron al medio día a Apatzingán y se apostaron en los accesos y el centro de la ciudad.
Otro convoy cercó la sede de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y comenzó a desarmar a los policías locales.
Armados con metralletas, equipo táctico y unidades artilladas, formaron una valla en torno al recinto gubernamental.
En medio de este reforzamiento en la seguridad en Apatzingán, el gobernador Fausto Vallejo participó en una reunión celebrada en la 43 Zona Militar acompañado de representantes del Gobierno federal.
Al encuentro acudieron además mandos castrenses y de la Policía Federal, así como representantes de grupos de autodefensa.
En Uruapan, aeronaves de la Fuerza Aérea con tropas provenientes de otras Regiones Militares arribaron al aeropuerto.
En tanto, la PF asumió la seguridad en Múgica, también llamado Nueva Italia, y acordó que grupos de autodefensas realicen patrullajes desarmados.
De acuerdo con fuentes gubernamentales consultadas por El Universal, durante el día de hoy se tiene prevista la toma de 25 municipios más por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de Marina, Policía Federal, así como de elementos de la Procuraduría General de la República.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó que los visitadores enviados a Michoacán confirmaron la muerte de dos integrantes de los grupos de autodefensa, identificados como Mario Pérez y Rodrigo Benítez.
Sin embargo, en un primer comunicado, el organismo manifestó que había abierto una investigación por “la muerte de cuatro civiles”, entre ellos un menor de 11 años, en la comunidad de Antúnez. “Tuvieron por ahí un altercado con la población, lamentablemente algunos elementos militares, de acuerdo a los testimonios que traemos, accionaron sus armas y esto ocasionó la muerte de estas personas”, dijo el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, en entrevista radifonónica.