- Educación
Entre el 20 y 25 por ciento de los estudiantes de licenciatura que realizan su servicio social, lo hacen en instituciones del área que ellos no estudian, por lo que su toma de experiencia es limitada o nula.
En contraparte, entre el 75 y 80 por ciento de esos jóvenes sí se desarrolla en entidades públicas o privadas que tienen que ver con el ámbito de su preparación académica.
El número de jóvenes que en Tlaxcala actualmente cursan su servicio social entre bachilleres y universitarios es de tres mil 500 y de ellos, apenas el uno por ciento deserta del mismo, lo cual es un nivel bajísimo porque los muchachos saben que la liberación es un documento indispensable para titularse o recibir su certificado de bachillerato.
Esos datos fueron proporcionados por la titular de la Coordinación de Servicio Social de Instituciones de Educación Superior (Cossies), Coral Cuatepotzo Quiñones, quien dijo que la dependencia hace los esfuerzos para lograr que los jóvenes se ubiquen en lugares donde puedn potenciar realmente sus conocimientos.
Al tiempo, ignoró a cuánto asciende la beca económica que cada uno de esos jóvenes recibe por parte de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), pero – recordó – que “anteriormente” era de tres mil 500 pesos bimestrales.
La Cossies es una dependencia gubernamental que coadyuva a la formación integral de los estudiantes de nivel medio superior y superior, a través de la prestación del servicio social en programas que les permitan aplicar sus conocimientos, desarrollar aptitudes y crear una conciencia y compromiso social en el Estado, para mejorar el escenario económico, productivo y social.
Entrevistada luego de firmar un convenio de colaboración con la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Tlaxcala (Caiptlax), Cuatepotzo Quiñones resaltó que entre los beneficios que se busca en los jóvenes es que se puedan colocar para hacer su servicio social en una institución ubicada en el municipio en que viven, para así disminuir sus gastos de traslados y contribuir al desarrollo de su comunidad.
“Hoy tenemos firmado un convenio para que la institución a donde los muchachos van a hacer su servicio no los vea como alguien para traer o llevar cosas, sino para poner verdaderamente en práctica sus conocimientos”, enfatizó.
Reiteró que los casos de deserción son aislados porque el documento es muy necesario y tendrían que volver a empezar en caso de abandonar su servicio.
Por último, indicó que hay supervisores de la Cossies que van a los lugares de servicio social para verificar que los estudiantes realmente desempeñen funciones de provecho.