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La diputada Eréndira Jiménez Montiel solicitó a la Zona Militar la reposición del lábaro patrio que en días pasados fue mancillado por “la madre” de una estudiante de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) quien lanzó un par de huevos al tiempo de solicitar sea sancionada la agresora conforme lo marca la Ley.
En ese sentido, consideró necesario que la Presidencia de la Mesa Directiva del Congreso solicite a la Zona Militar, “a efecto de que nos asista para verificar el protocolo correspondiente de adquisición y sustitución de la Bandera, el cual debe hacerse a la brevedad posible para no mantener a la vista el Lábaro tal y como se encuentra tras el agravio”.
Jiménez Montiel dijo que el Palacio Legislativo es el recinto de la expresión y el debate de ideas, las cuales podrán ser contrastantes o divergentes; “pero no por ello motivo para la confrontación irrespetuosa, ni mucho menos para el agravio a las Leyes y a los Símbolos que nos dan identidad nacional”.
Recordó además que a tres meses de funciones de la actual Legislatura; “ya hemos dado nota en tres ocasiones de manifestaciones al interior de éste pleno, que han rebasado la cordura política y han faltado a la observancia de los lineamientos jurídicos que rigen la asistencia y participación tanto de diputados como de ciudadanos en general dentro de éste Congreso”.
“No voy a poner en tela de juicio la legitimidad o no de las razones y argumentos de quienes han concurrido a manifestarse en este Pleno, por sentirse agraviados con alguna potencial resolución de este poder público, ya que en ese sentido les asiste su derecho a expresarse y en lo particular defiendo ese derecho” resaltó la perredista.
Sin embargo, sostuvo que no es aceptable que de una u otra forma; “la pasión ha rebasado los límites de lo tolerable, no sólo en faltas de respeto a compañeros diputados, que no se sustentan en la crítica a su desempeño legislativo, sino en descalificaciones e insultos personales; hechos que no tienen cabida en el debate parlamentario”.
Además lamentó; “que el desborde de las pasiones ya no solo encuentra blanco en la persona de miembros del Congreso, sino que en la sesión del jueves último, al término de la misma, el agravio fue ya tanto para el recinto parlamentario como para nuestra Bandera Nacional, lo cual rebasa todo lo que ésta Legislatura puede tolerar”.
La también Presidenta del Comité de Administración del Congreso local, precisó que el agravio al recinto y al Lábaro Patrio; “no es algo para quererlo minimizar y enmarcar en el anecdotario de la política trivializada, sino es una acción que de manera obligada debe tener una reacción legal para quien lo haya perpetrado, independientemente de que se disculpe de manera mediática con los argumentos que haya querido esgrimir”.
Tras la exposición de motivos en tribuna, la perredista consideró que el hecho perpetrado contra la Bandera Nacional, establece en su artículo 191; “al que ultraje el escudo de la República o el pabellón nacional, ya sea de palabra o de obra, se le aplicará de seis meses a cuatro años de prisión o multa de cincuenta a tres mil pesos o ambas sanciones, a juicio de juez”.
Dijo que esa medida sentaría precedente para que el Congreso proceda legalmente sobre la agresión ocurrida el pasado 27 de marzo, lo que además; “nos obliga a otras acciones, tales como la necesaria sustitución de la Bandera ultrajada, la cual por norma debe ser retirada con los procedimientos establecidos en la reglamentos de la autoridad militar”.
Finalmente condenó el agravio a la Bandera Nacional, colocada en la Tribuna de la Sala de Sesiones del Palacio Juárez, recinto oficial del Poder Legislativo del Estado de Tlaxcala, ocurrido el día veintisiete de marzo del dos mil catorce.