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La Procuraduría General de la República (PGR) indaga al personal de Banamex por el millonario fraude de Oceanografía, en una línea que busca establecer si, por la forma en que se concretó el quebranto, hubo complicidad, o sólo se debió a falta de controles adecuados y omisiones en la entrega de créditos.
De acuerdo con una nota del periódico El Universal, autoridades allegadas a la investigación detallaron que es un hecho que trabajadores de la institución bancaria validaron los documentos falsos que entregó durante 2013 la compañía de Amado Yáñez Osuna, y fue hasta que Petróleos Mexicanos (Pemex) rechazó el pago de los supuestos adeudos cuando altos ejecutivos de la institución bancaria —filial mexicana de Citigroup— detectaron la maquinación.
“Era un carrusel, en el que el dinero siguió fluyendo, sin que aparentemente nadie detectara la operación, hasta que Pemex rechazó deberle a la naviera”, revelaron las fuentes consultadas, por lo que se indaga si los ejecutivos bancarios implicados conocían la ilegalidad de los documentos en complicidad con los operadores del empresario, o fueron omisos en aplicar reglas de control para admitir los créditos.
El pasado 24 de marzo un juez federal concedió a la PGR un arraigo por 40 días en contra de Amado Yáñez Osuna, mismo que se amplió para continuar la investigación, según informó la subprocuradora Mariana Benítez.
Desde enero de 2013 y al finalizar ese año, Banamex otorgó a Oceanografía créditos de corto plazo por 585 millones de dólares, además de cartas y otros empréstitos por 33 millones de dólares.
Ayer, el Grupo Financiero Banamex y su controladora Citigroup, dieron a conocer que concluyó la etapa de investigación interna que se llevó a cabo para conocer la forma en cómo se realizó el fraude por parte de la empresa Oceanografía al banco y quiénes fueron los responsables de este hecho, situación que llevó a que se despidieran a 11 personas que no cumplieron con su labor de supervisión.
A través de un comunicado, el director general de la filial mexicana de Citigroup, Javier Arrigunaga, dijo que “como resultado de esta investigación, desafortunadamente Banamex dio por terminada la relación laboral de 11 funcionarios de distintos niveles jerárquicos, áreas funcionales y de negocio que no cumplieron con los estándares de supervisión en sus responsabilidades.
Adicionalmente, es de esperarse que en el curso de esta investigación otros colaboradores, lo mismo de México que de otras regiones, sean también sancionados”.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, dentro de los directivos despedidos se encuentran Federico Solórzano, director ejecutivo del área de Administración de Riesgo de Crédito Corporativo, y Alfonso Ortega Brehm, jefe de la Unidad de Servicios de Transacción Global, debido a su relación con el fraude.
Señaló que el corporativo Citigroup también despidió a Emilio Granja, quien se desempeñaba como director gerente de la Unidad de Energía y Químicos de Banamex, y a Sergio Torres, director de Tesoro y Servicios Comerciales.
Banamex ni confirmó ni negó los nombres de estos empleados.
Empleados de Banamex omitieron requisitos
Las tareas de inteligencia financiera y de la PGR permitieron detectar que la trama fue posible, ya que los ejecutivos bancarios dejaron de exigir facturas que ampararan los servicios de Oceanografía como proveedora de Pemex, que en el pasado ampararon la entrega de créditos.
En lugar de facturas con todos los requisitos de seguridad que contienen este tipo de documentos fiscales, los empleados del banco admitieron órdenes de trabajo, conocidas como estimaciones, que eran supuestos servicios prestados a Pemex que se pagaban cada 90 días. Amparados en las estimaciones que resultaron falsas, los operadores de Oceanografía tramitaron los créditos, con la firma del accionista mayoritario Yáñez Osuna.
Uno de los ejecutivos bancarios que validaron estas operaciones es Alfonso Ortega Brehm, jefe de la Unidad de Servicios de Transacción Global —uno de los 11 despedidos por Citigroup, derivado de su investigación interna.
El esquema en el que se operó es el siguiente: Ortega Brehm admitía las estimaciones entregadas por la empresa Oceanografía, en una de las cuáles, por citar un ejemplo, la empresa solicitó 90 millones de dólares amparándose en dichas órdenes de trabajo de la paraestatal, que eran una garantía de que esa suma sería pagada por la paraestatal en el plazo de 90 días de vencimiento.
Sin embargo, cuando llegaba la fecha de pago, Pemex sólo erogaba 10 millones de pesos de esa suma —que era el adeudo real—, pero el ejecutivo bancario registraba la cantidad como “adelanto” del monto total, sin notificar a la paraestatal de la cantidad restante que presuntamente debía; y para los próximos 90 días la empresa Oceanografía solicitaba otro crédito bajo el mismo sistema.
Fue hasta que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó a Oceanografía como proveedora de Pemex, que altos ejecutivos de Banamex sospecharon de las operaciones fraudulentas, por lo que se requirió a la paraestatal el resto del pago y ésta les comunicó que los documentos que Yáñez Osuna entregó eran falsos y que Pemex no debía los casi 500 millones de dólares que la naviera obtuvo.
Inhabilitación a Oceanografía permite detectar fraude
El 28 de febrero de 2014, el banco estadunidense Citi reportó que a través de Banco Nacional de México había otorgado un crédito a corto plazo por aproximadamente 585 millones de dólares a Oceanografía, una empresa mexicana de servicios petroleros.
También tenía aproximadamente 33 millones de dólares ya sea en créditos vigentes otorgados directamente con la compañía de Amado Yáñez.
“De acuerdo con lo revelado públicamente por el banco, el monto aproximado del presunto fraude representaría un impacto negativo neto de alrededor del 2% de su capital contable, por lo que el banco mantiene un nivel de capitalización adecuado”, informó Banamex al público inversionista de la Bolsa Mexicana de Valores.
Según otra nota del diario 24 Horas, el 11 de febrero de 2014, Citi tuvo conocimiento de que Oceanografía fue inhabilitada para ser adjudicada con nuevos contratos del gobierno mexicano.
“Al tener conocimiento de dicha inhabilitación, Citi, conjuntamente con Pemex, comenzó una revisión detallada de su exposición crediticia a Oceanografía y del programa de financiamiento de cuentas por cobrar durante los últimos años”, dijo Banamex.
“Como consecuencia de dicha revisión, el 20 de febrero de 2014 Pemex determinó que una parte significativa de las cuentas por cobrar registradas por Banamex en relación con el programa de financiamiento de cuentas por cobrar frente a Pemex eran fraudulentas y que las cuentas por cobrar válidas eran sustancialmente menores a los 585 millones de dólares referidos anteriormente”, expresó el banco.
“Durante más de dos meses en Citi hemos llevado a cabo una investigación rigurosa, con el apoyo de un despacho de reconocido prestigio internacional, para conocer la forma en que fue cometido este presunto fraude”, manifestó Javier Arrigunaga.
“Estamos revisando también nuestros procesos y controles de riesgo, y seguimos fortaleciendo toda área que no cumpla satisfactoriamente con los estándares globales de Citi y sus mejores prácticas”, comentó el responsable de las operaciones bancarias en México.
“Si bien los últimos meses han sido difíciles, Banamex es una institución con un legado histórico de 130 años, durante los cuales ha provisto a sus clientes de servicios financieros de excelencia”, señaló por su parte Mike Corbat, director general de Citi.
“Desde que es parte de Citi, ha contribuido significativa y consistentemente en sus resultados; es parte integral de su red global y un orgullo para nuestra franquicia”, agregó Corbat.