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Tras negociar posiciones con Gustavo Madero Muñoz, Ernesto Cordero Arroyo, aceptó su derrota en el proceso interno para elegir al dirigente nacional del PAN y declinó impugnar la contienda ante las autoridades electorales.
Lo anterior se dio para evitar una fractura en el PAN, pues durante la campaña por la dirigencia nacional ambos contendientes polarizaron al partido con acusaciones de corrupción y desvíos de recursos públicos.
Según una nota del diario 24 Horas, Gustavo Madero obtuvo 88 mil 537 votos, lo que representan el 56.76% de la votación. Su adversario, Ernesto Cordero, no pudo arrebatar la dirigencia nacional, ya que se colocó por debajo con el 43.24% de los sufragios, es decir 67 mil 447 sufragios.
Tras conocer los resultados, alrededor de las 19:30 horas de ayer, Cordero se negaba a aceptar la derrota y una inminente impugnación de los comicios venía en puerta.
Sin embargo, algunos panistas afines al corderismo, encabezados por el senador Roberto Gil Zuarth, acudieron a la sede nacional del blanquiazul donde negociaron con Madero para reconocer su victoria a cambio de que en los días siguientes se llegaran a acuerdos internos.
De acuerdo con fuentes al interior del PAN, después de negociar por alrededor de una hora, fue así como el equipo de Ernesto Cordero aceptó que fueron vencidos y pactaron que no impugnarán la elección para que anoche, alrededor de las 21:30 horas, Madero fuera reconocido como el triunfador y unificador de Acción Nacional.
Cordero pidió “las perlas de la virgen”, por lo que Madero lo condicionó a reconocer la derrota y después negociar posiciones políticas para su grupo, según confirmaron las fuentes consultadas por el diario 24 Horas.
Independientemente de ello, Madero logró dos hechos inéditos en los 75 años de vida del PAN: ganar las elecciones con el voto directo y secreto de la militancia; además de ser reelecto consecutivamente como el líder del partido en México.
Madero estaría tomando las riendas del partido el próximo viernes 23 de mayo, inmediatamente después de que se le otorgue la constancia de mayoría.
Con la presencia de la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, Madero dirigió su primer mensaje como candidato electo en la sede nacional del PAN, donde no llegó Cordero, pese a los múltiples llamados para que acudiera a levantarle la mano a su contrincante y, con ello, enviar un mensaje de unidad.
Acompañado de los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle; Sonora, Guillermo Padrés, y Baja California, Francisco Vega, el candidato electo pidió a Cordero dejar atrás las diferencias y trabajar conjuntamente de cara a los procesos electorales en puerta, así como las legislaciones secundarias pendientes en el Congreso.
En el auditorio Manuel Gómez Morín del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), el recién reelecto líder panista dio un discurso de casi seis minutos en el que llamó a la unidad del PAN y, a la vez, marcó la agenda para el panismo, primero en dar la batalla para la aprobación de las leyes secundarias de las reformas en telecomunicaciones y energética; y luego ganar las elecciones venideras hasta llegar a la Presidencia de la República en 2018.
“A partir de hoy nuestros retos están en las urnas de Nayarit y de Coahuila, están en aprobar las mejores leyes secundarias posibles para seguir modernizando y democratizando a México, a partir de hoy nuestro reto es que Acción Nacional sea el mejor partido de México”, dijo Madero Muñoz.
“Nuestra mirada está en buscar la mayoría del Congreso en 2015, ganar las gubernaturas, alcaldías y mayorías de los congresos locales y ganar la Presidencia de la República en 2018”, agregó el panista.
El mensaje fue directo para su rival de contienda, Ernesto Cordero, a quien pidió no “perderse en caminos mezquinos o de la venganza”, pero además reconoció que como vencedor de la contienda “tampoco vamos a caer en un triunfalismo absurdo”.
“No se puede construir sobre el odio, los rencores, los agravios y las ofensas. Dejemos atrás todo este proceso y hoy, juntos, celebremos el triunfo de Acción Nacional”, exclamó ante unos cuantos militantes reunidos en la sede nacional.
Asimismo, reconoció el esfuerzo de la fórmula Cordero-Oliva, a quienes envío un mensaje de unidad institucional y camaradería castrense.
“Me permito hacer un llamado a todos para dejar atrás, lo antes posible, esta contienda interna. A partir de este momento la prioridad de todos debe estar centrada en los procesos electorales próximos, en las leyes secundarias y en todo el fortalecimiento institucional de nuestro partido”, reiteró.
Cordero sólo ganó en ocho estados
Madero arrasó en votación en 24 entidades de la República, muchas de estas claves por tener más de 10 mil votos, lo que le valió el triunfo por más de 13 puntos porcentuales. Sin embargo, Cordero únicamente pudo colocarse como victorioso en ocho estados.
Este último ganó en los estados de Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Colima, Baja California Sur, Aguascalientes, Yucatán y San Luis Potosí.
En sur, centro y norte del país, Madero atrajo votos de la militancia panista y cubrió gran parte del territorio nacional.
Finalmente, Francisco Gárate Chapa, presidente de la Comisión Nacional Organizadora de la Elección, declaró que “fue una jornada donde no tuvimos mayores incidentes, en la que los panistas nos comportamos como demócratas que somos, fue una jornada que a lo largo de tres meses y medio se vino preparando, se vino trabajando y cuidando hasta llegar a esta fecha, donde los panistas con absoluta libertado, votamos”.
Derrota de Cordero también es para Calderón
Madero llegó a la presidencia nacional del PAN en 2010, a la salida de César Nava, ex colaborador de Felipe Calderón Hinojosa. Hacia el final de su gestión Madero agudizó su distanciamiento con el entonces presidente de la República, que tuvo su punto de mayor conflicto con la remoción, en mayo de 2013, de Cordero al frente de la coordinación en el Senado.
Integrantes del equipo de Madero como Marko Cortés, Santiago Creel y Marco Adame se negaron a declarar el fin del calderonismo en el PAN.
Según otra nota del diario Milenio, Creel aseguró que “aquí los militantes son los que mandan y los que decidieron para bien del partido”. Dijo que no perdió Calderón con la derrota de Cordero, pero “aquí quien gana es el PAN”.
Cortés, coordinador de campaña de Madero, aseguró que “en el PAN ganamos todos, que no haya vencedores ni vencidos, porque el verdadero contrincante del PAN está afuera”. En tanto, el ex gobernador de Morelos, Marco Adame, rechazó también el fin del calderonismo en el PAN, al señalar que “independientemente de la historia anterior, nos unamos bajo una sola sigla”.
En el mismo sentido se pronunció Roberto Gil, quien aseguró que “antes que calderonistas, corderistas o de cualquier expresión, somos panistas y no habremos de cejar en nuestro empeño de transformar al partido”, con lo que descartó una posible fractura en el blanquiazul.
A su vez, Luis H. Álvarez desestimó las diferencias en el PAN. Luis Alberto Villarreal, aseguró que hubo un grupo de políticos que pensaron que el PAN de descarrilaría, pero el partido demostró que se ha transformado.
Expresó que se terminó el PAN donde los militantes notables decidían el triunfo.
“La membresía lo dejó en claro: aquí en el PAN lo mismo vale el voto de un notable que el de cualquier panista Del país. Hoy ya no es un Consejo de notables que decide el rumbo de la diligencia, ahora somos todos los que tenemos ese derecho”.
Cuando Madero regresó al hotel de cierre de campaña fue recibido con un coro de 200 militantes con gritos de: “Presidente, Presidente” y “gracias Madero”.
El festejo, con música de mariachis fue en un salón del hotel Holiday Inn, los invitados en su mayoría jóvenes militantes saturaron el lugar.