- Política
“La política es una vocación de servir, no para hacer negocio ni para alcanzar beneficios personales”, asegura Mariano González Aguirre, quien afirma que él, junto con otros jóvenes de Tlaxcala, forman parte de la nueva generación de políticos que buscarán consolidar la entidad y por ello, él, a mediano plazo, en 10 años, se vislumbra despachando desde un escaño del Senado de la República.
Entre esa nueva generación de políticos que ya vislumbra, enuncia lo mismo a priistas que a perredistas, a panistas y a varios personajes de la sociedad civil, pues “ya no importan las camisetas ni la ideología”, sino la preparación y los deseos de hacer las cosas por y para Tlaxcala.
Por esa convicción, el funcionario federal pide a la sociedad, desde ahora y a nombre de ellos, “una oportunidad de servirles, porque lo vamos a hacer con vocación y vamos a trabajar por el estado”.
Aunque sobre sus hombros se cimbra el peso de su padre, hoy gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur y todo lo que ello implica, González Aguirre asegura que tiene cualidades y virtudes propias, así como preparación académica que le permiten aglutinar capacidades no solo para incursionar en la vida política local, sino influir en ésta.
A sus 30 años de edad, tiene claro que su vida está inmersa en la política, pues de ella abrevó desde que tiene uso de razón, así que “me gusta el campo, el rancho, porque ahí crecí, pero lo mío es servir a la gente”.
Apasionado a la fiesta brava, pues su familia es de estirpe ganadera de reses bravas, incluso aficionado práctico al arte de cuchares, Mariano es hijo del matrimonio que en algún momento formó González Zarur con la actriz Hilda Aguirre.
Los primeros años de su infancia, como él mismo da cuenta a La Jornada de Oriente, fueron sumamente felices, pues vivía en Tlaxcala, en donde incluso cursó el preescolar en el colegio Guillermo Valle.
“Tuve una infancia muy bonita, bueno los primeros años, porque vivíamos en Tlaxcala, pero después mis papás se divorciaron y tuve que regresar al Distrito Federal a estudiar, ahí estuve con mi mamá. Los primeros años fueron padres, porque me tocaron la primera etapa de mi padre como presidente estatal del PRI, fue entrar de lleno, de pequeño, con mi padre a los asuntos políticos”, recuerda.
Sin embargo, la distancia propia que genera un rompimiento entre sus padres, hacen que Mariano pase el mayor tiempo en la ciudad de México, en donde cursa la primaria, secundaria y preparatoria en el Instituto Educativo Olinca, un prestigiado colegio a donde confluían los hijos de lo más granado de la política nacional.
Eso le permitió no sólo prepararse en la intelectualidad, sino empezar a trazar sus primeras relaciones con políticos, bueno, en aquellos años hijos de políticos y que ahora han seguido esos mismos pasos.
Por ejemplo, ahí afianzó sólidas relaciones Alejandro Culebro, ex diputado federal de Nueva Alianza; Alejandro Encinas Nájera, del PRD; el guerrerense Ángel Aguirre, hijo del ex gobernador de aquella entidad; César Daniel González Madruga, asambleísta en el Distrito Federal.
Con la mayoría de ellos no sólo inició una amistad, sino diversos proyectos de participación social y política, pues fundaron dos organizaciones: Jóvenes Unidos por México y Renovación Generacional, la cual preside el propio González Aguirre, pues “ahí estamos porque nos gusta la política y nos gusta servir”.
Él ha vivido siempre inmerso en la política, no solo por su padre, sino por varios de sus familiares. Por ejemplo, el ex gobernador Emilio Sánchez Piedras era primo de su abuelo, su tío Fernando León Nava, ex diputado local y ex presidente de Apizaco, es ahora delegado del Infonavit; la diputada federal y ex legisladora local, Guadalupe Sánchez Santiago es su prima, lo mismo que el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya y su primo es César Carvajal González, ex esposo de Beatriz Paredes Rangel y ha desfilado por diversos partidos políticos y ha sido diputado local.
–¿En tu casa se hablaba de política o se dejaba como profesión de lo cotidiano?–, se le inquiere.
–Sí, desde luego que se hablaba… y al principio sólo era hablar del PRI, pero después con los cambios que ha tenido Tlaxcala, y las alternancias de camiseta, pero no de ideología, es necesario no enfocarse sólo al PRI, creo que si bien en 2010 nos abrimos en el PRI y los candidatos, a hacer arreglos con los liderazgos naturales, que no necesariamente eran del PRI, porque en Tlaxcala hoy por hoy no hay una identidad partidista, eso se ha perdido es más el apoyo al candidato o la persona o, en su caso, las propuestas.
–Cambio de camisetas y no ideología, ¿qué significa?
–En el mismo mosaico de opciones es muy fácil cambiarse de un partido a otro y las ideologías han desaparecido, la gente no se va por la ideología de partidos.
Mariano es licenciado en Derecho Mercantil por la Universidad de las Américas Puebla y cuenta con un diplomado en España, gracias a una beca que obtuvo de la Fundación Colosio, y esa preparación y su constante participación en asuntos públicos, le han afianzado su convicción de dedicarse a la política.
“Aunque al principio me dediqué al tema privado, terminando la universidad me regresé a Tlaxcala, me enfoqué al rancho, pusimos un invernadero y luego cuando mi padre toma la determinación de volver a participar como candidato a gobernador, me hice cargo del tema de imagen, difusión y propaganda, después de eso me incorporé a la campaña del licenciado Enrique Peña Nieto en Tlaxcala y de ahí tuve la invitación de formar parte en el gabinete, en la Secretaría de Gobernación, en el Fondo Nacional de Desastres, lo que hoy es la dirección general para la gestión de riesgo en donde estoy con el cargo de director general adjunto para la gestión de riesgos”, detalla como parte de su currículo.
–¿Y a ese cago en el gobierno federal quién te invita realmente?–, se le cuestiona
–El secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong) directamente, obviamente veníamos en el equipo del presidente desde la campaña.
“Pero antes ya había estado en la política, con mi papá he participado de manera directa en la política, pero en 2004 ya tengo una intervención directa, tenía 20 años, porque yo regreso a Puebla a estudiar la universidad exactamente para empezarme adentrar con la gente de Tlaxcala y en 2004 me dio la oportunidad de coordinar la red de jóvenes, y desde ahí he estado directamente. Fue la red de jóvenes con Mariano”.
–¿Quiénes formaron esa red juvenil?–, se le inquiere.
–Varios de los que están ahora en gobierno… como Néstor Flores, titular del ITJ, Miguel Moreno, Mario Alberto Cruz que ahora está en el Panal, los delegados federales, Paco Cuéllar y Viviana Barbosa, entre otros.
–A esta altura, ¿para ti ser político es una vocación o profesión?–, se le cuestiona.
–Es una vocación para servir, porque si uno ve en la política un negocio, se pierde la esencia misma, tienes que trabajar para servir y no trabajar para servirte, se tiene que dar y lo debes trabajar paso a paso.
–Siendo la política una actividad desprestigiada, ¿por qué dedicarse a ella siendo tan joven?
–Porque tengo la voluntad y juventud para hacer bien las cosas, somos una nueva generación que tuvo que salir de Tlaxcala por diversas circunstancias, y que estamos regresando con la preparación y con las ganas de servir a Tlaxcala. Hay que poner todos y desde cualquier trinchera, su granito de arena para cambiar las cosas. No es sólo de Tlaxcala, sino en todo México, que los políticos no tienen una buena fama, tal vez sea en todo el mundo, porque al final de cuentas la tentación de estar en el poder y lo que más puede llegar a afectar a un ser humano es el poder, y creo que con bases sólidas, y principios, podemos regresar a la política su real y principal estandarte que es servir.
–Cuando dices que son una nueva generación que se fue y que está regresando, ¿a quiénes te refieres como esa nueva generación?
–A Humberto Macías del PAN, a Santiago Sesín del PRD, a Bladimir Zainos de Nueva Alianza
–¿Y en la sociedad, fuera de los partidos?
–Rafa Torre, Santiago Morales, y aunque su papá es político, él no se dedica a eso. En Apizaco está María de Lourdes de Icaza; en Huamantla, lbegoña Yano Bretón; la hija de Tomás Orea en Zacatelco y el hijo del líder transportista, Rubén Darío, por ejemplo.
–¿Y en el PRI quiénes están?
–Viviana Barbosa (delegada del Trabajo), Diego Levy (secretario particular del gobernador), Agustín Bretón, Alma Nidia Cano, Zerida Sánchez Escobar, Verónica Rodríguez, entre otros. Los políticos tenemos mala fama, pero como joven y político joven le pido a la sociedad que nos dé la oportunidad de servirle, porque lo vamos a hacer con vocación y vamos a trabajar por Tlaxcala
–Ahora que recorres el estado y el país, ¿podrías decir tres cosas que hayas hecho en tu trabajo y hayan impactado en mejorar la vida de las personas?
–La Dirección General en donde trabajo es un tema sensible, porque los desastres naturales nos ocurren en cualquier momento. Y digo que es un asunto sensible, por ejemplo, cuando pasaron los fenómenos de Ingrid y Manuel, en la zona de la montaña en Guerrero, varios funcionarios, entre ellos un servidor, estuvimos 42 días organizando y trabajando para ayudar a miles de personas afectadas por ese fenómeno.
–Dime tres características que debe tener una persona para ser considerada un buen político–, se le pide
–Humildad, sensibilidad y honestidad, responde.
–Desde tu perspectiva, desde donde estás, ¿cuáles consideras los tres principales problemas de Tlaxcala?
–El empleo, bien pagado y remunerado, empezamos a tener problemas ecológicos, y una oportunidad es el turismo, la continuidad de políticas en donde se debe dar. A veces no se nota un trabajo en un sexenio. Sin lugar a dudas, los tres principales problemas son empleo, ecología y salud
–A tus casi 30 años de edad, ¿dentro de 10 años dónde te gustaría estar?
–Me gustaría estar aventurándome en el Senado de la República, me veo ahí.
–Si por cualquier razón tuvieras que dejar la política, ¿a qué te dedicarías?
–Al campo, porque crecí en los ranchos, tengo una pasión por los toros, me gusta el campo y la naturaleza, me regresaría al rancho y ahí estaría feliz.