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La SHCP pronostica que en 2015 la inversión crecerá 4 por ciento en términos reales, frente a 1.4 por ciento que espera para este año.

El Centro de Estudios del Sector Privado (Ceesp) criticó que la propuesta, análisis y aprobación de las reformas estructurales no hayan servido para evitar que México cayera seis niveles en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial (FEM), y que la falta de resultados sea motivo de una “constante baja” en las expectativas de crecimiento.

Instó al gobierno federal a realizar mayores esfuerzos para imprimir dinamismo a la actividad productiva y llevar bienestar a la población, y señaló que la mayor preocupación entre quienes ven a México desde el exterior como un lugar posible para hacer negocios se centra en “la corrupción, la regulación tributaria, la ineficiencia burocrática y el ambiente de crimen y robo”.

Alertó que en la visión internacional sobre el país, incluso el entorno macroeconómico “que se ha caracterizado por ser una de las principales fortalezas del país”, haya descendido en el ranking del foro, al retroceder un peldaño y ubicarse en el lugar 65 respecto al sondeo del año pasado.

De acuerdo con una nota del periódico La Jornada, el Ceesp fustigó que en México no exista un sistema fiscal sencillo y equitativo; aseguró que elevar impuestos y crear otros como simple mecanismo de recaudación evidencia la incapacidad de generar incentivos a la inversión. Aseguró que el ejercicio del gasto es de los más ineficientes en la asignación de recursos.

En su Análisis económico ejecutivo sostuvo que las reformas no han servido tampoco para mejorar el nivel de educación de los mexicanos, ya que ha perdido 24 lugares en dos años dentro de la clasificación del foro.

Luego de que el FEM dio a conocer que México descendió seis lugares más en el índice de competitividad mundial, con lo que se ubicó en el sitio 61, y mostró resultados negativos en 65 por ciento de los renglones que califica el organismo internacional, el Ceesp dijo que los resultados son contrarios a los discursos que aseguraron que con sólo el análisis y aprobación de las reformas estructurales sería suficiente para aumentar la confianza de las empresas sobre la situación competitiva del país.

“Es evidente que las propuestas, análisis y la aprobación de las reformas estructurales no han tenido ese empuje en la confianza de los agentes económicos, como tanto se afirma”, acusó el centro que dirige Luis Foncerrada.

Acotó que a pesar de que las reformas reflejan un sistema tributario “complejo e ineficiente”, y que en el sistema educativo no se ha podido revertir “la mala calidad ni la constante renuencia del magisterio a ser evaluado”, la preocupación mayor es que para los encuestados por el FEM para elaborar su índice, los principales obstáculos para hacer negocios en México son “la corrupción, la regulación tributaria, ineficiencia burocrática y el ambiente de crimen y robo”.

Ante este escenario, alertó el Ceesp, no debe extrañar que México siga inspirando bajos niveles de confianza. Como muestra señaló que el país sigue considerado como uno de los más ineficientes en la asignación de recursos y se ubicó en el sitio 119 en materia de desviación de fondos públicos, lo que echó por tierra el avance de 14 posiciones en la calificación del año pasado.

Con reformas inversión crecerá, insiste Hacienda

Impulsada por las recientes reformas estructurales aprobadas y por el manejo de las finanzas públicas, la inversión productiva en México crecerá dos veces más el próximo año comparado con lo calculado para 2014, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En los criterios generales de política económica 2015 —marco económico para la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos—, la dependencia expone que la inversión total (pública y privada) crecerá 4% anual en términos reales frente a 1.4% proyectado para el año corriente.

Con los cálculos anteriores, Hacienda prevé que el dinamismo de la inversión contribuirá con 22% del crecimiento económico total del país para el siguiente año.

En el paquete económico 2015, el gobierno proyecta que a partir de 2016 la inversión repuntará, creciendo a 5.9% anual hasta llegar a 7.5% en 2020. Las previsiones se basan  en el escenario de que la economía de Estados Unidos crezca a una tasa promedio de 2.6% en el periodo 2016-2020, y que su producción industrial lo haga en tasas de 3% en el mismo periodo.

Según otra nota del periódico Excélsior, la inversión en el país tendrá una tasa de crecimiento dos veces mayor en 2015 con relación a lo esperado para este año, como resultado de las reformas estructurales y el buen manejo de las finanzas públicas, de acuerdo a lo planteado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en los criterios generales de política económica 2015.

Así, la dependencia pronostica que el siguiente año la inversión total crecerá cuatro por ciento anual en términos reales, frente a 1.4 por ciento que espera que crezca en 2014.

En este sentido, la responsable de las finanzas públicas del país prevé que la inversión contribuya con 22 por ciento del crecimiento económico total de 2015, que prevé será de 3.7 por ciento, es decir, una aportación 0.8 puntos porcentuales.

Este resultado contrasta con 11 por ciento de contribución al crecimiento del país que dará la inversión este año, ya que Hacienda estima que aportará 0.3 puntos de 2.7 por ciento que crecería la economía.

Si bien las anteriores cifras representan una mejoría del comportamiento de la inversión frente a 2013, donde la inversión total disminuyó 1.8 por ciento en términos reales; están por debajo de los niveles alcanzados en 2011 y 2012.

Según cálculos del diario Excélsior con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2011 la inversión creció a una tasa anual de 7.8 por ciento en términos reales, contribuyendo con 41 por ciento del crecimiento de la economía del país; mientras que en 2012, la inversión creció 4.5 por ciento, aportando el 25 por ciento del total crecimiento económico.

Pese a lo anterior, como resultado de las reformas estructurales, en el paquete económico 2015 el gobierno estima que a partir de 2016 la inversión repuntará, creciendo a 5.9 por ciento anual, hasta llegar a crecer a 7.5 por ciento en 2020. Con esto, la expansión promedio anual que tendrá la inversión total en el periodo 2016-2020 será de 6.8 por ciento.

Las estimaciones descritas están basadas en el escenario de que la economía de EU crezca una tasa promedio de 2.6 por ciento en el periodo 2016-2020, y que su producción industrial lo haga en tasas de tres por ciento en el mismo periodo.

Mexicanos dudan de las reformas fiscal y energética

La encuesta El Universal/Buendía & Laredo de agosto de 2014, reveló que las reformas más populares, la gente las asocia con algo positivo, son la educativa y la de telecomunicaciones, en tanto, las que asocian con algo negativo son las modificaciones a la ley energética y hacendaria.

La encuesta señala que la mitad de los mexicanos (51%) cree que las reformas avaladas van a perjudicar al país; 33% considera que ayudarán y 16% no sabe o no contestó.

Por identificación partidista, tres cuartos de los perredistas (76%), más de la mitad de los panistas e independientes (54% y 58%, respectivamente) y un tercio de los priístas (32%) ve las reformas como algo perjudicial.

Al contrario, más de la mitad de los priístas (54%), un tercio de los panistas (33%), 24% de los independientes y 10% de los perredistas las consideran benéficas.

Aunque la calificación positiva de la reforma educativa disminuyó nueve puntos porcentuales de noviembre a la fecha, ésta continúa siendo la más popular entre los entrevistados, pues más de la mitad (52%) la asocia con algo positivo.

En cuanto a los cambios en telecom, el conocimiento pasó de 49% en mayo a 66% tres meses después. De igual manera, mientras que en mayo un cuarto de los encuestados la asociaba con algo positivo, para agosto esta cifra llegó a 39%, lo que constituye un aumento de 14 puntos porcentuales.

Además de ser la más conocida —83% de la gente ha escuchado hablar de ella—, la reforma energética es la más impopular, pues 46% la asocia con algo negativo. Le sigue la reforma hacendaria, que a pesar de no ser tan conocida —sólo la mitad de la población (53%) la conoce—, 34% la asocia con algo negativo. Esto quiere decir que 64% de quienes han escuchado hablar de ella la consideran peyorativa.

Aunque la energética es la más impopular en términos absolutos, los cambios fiscales lo son en términos relativos.

A la pregunta sobre cuál es la reforma que más va a ayudar, 32% escogió la educativa, 20% la energética, 13% la de telecom, 3% la hacendaria y 2% la electoral; 20% dijo que ninguna.

Alrededor de un tercio de panistas, perredistas e independientes escogieron la educativa; 30% de perredistas y 28% de los independientes no escogieron ninguna.

La energética fue la que más priístas escogieron (34%), seguida de la educativa (31%).

Cuando se preguntó cuál es la reforma más perjudicial, la energética obtuvo 30%, la fiscal 26% y la educativa, electoral y de telecom obtuvieron 5% cada una; 3% dijo que todas y 9% que ninguna.

El cruce por identificación partidista revela que mientras la reforma fiscal es la que más panistas y priístas consideran dañina (32% y 28%, respectivamente), la energética es la peor para perredistas (41%) e independientes (38%).

En cuanto a la energética en particular, casi dos tercios de los mexicanos (62%) opinan que representa entregar nuestro petróleo a las empresas extranjeras y un tercio (32%) que modernizará Pemex y aumentará la producción de petróleo en beneficio de mexicanos.

Se simuló una consulta ciudadana sobre la reforma energética: 55% respondió que votaría por quitarla y 34% por mantenerla. Votarían por quitarla 72% de perredistas, 65% de independientes, 54% de panistas y 34% de priístas.

En general, la gente asocia las reformas fiscal, energética y telecom, sobre todo con el PRI, y en 2° con el PAN.

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