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México, DF.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) desechó la inverosímil hipótesis de la onda expansiva del cohetón y con base en su investigación y periciales concluyó que fue un cilindro de gas lacrimógeno, disparado por la policía del gobierno del estado, la que impactó de muerte en la cabeza al menor José Luis Tehuatlie Tamayo, por lo que emitió la Recomendación 2VG/2014, por la violación a las garantías individuales de habitantes de San Bernardino Chalchihupan, Puebla.
La CNDH dirigió su recomendación al secretario de Seguridad Pública (SSP), Facundo Rosas Rosas, por los yerros en el operativo del pasado 9 de julio en el kilómetro 16 de la autopista Puebla-Atlixco; al procurador General de Justicia de Puebla (PGJ), Víctor Antonio Carrancá Bourget.
Más de 900 cartuchos contra pobladores
En la conferencia de prensa que en estos momentos se desarrolla, se encuentra en primera fila Elia Tamayo, madre del menor muerto por un proyectil que lanzaron los policías poblanos el 9 de julio, y ante ella el ombudsman nacional precisó que en conclusión durante el enfrentamiento en Chalchihuapan sí hubo graves violaciones a la vida, que el gobierno de Moreno Valle mintió, que se utilizó de manera violenta y negligente la fuerza estatal y que en conjunto todos esos factores provocaron la muerte de José Luis Tehuatlie.
Raúl Plascencia precisó que durante la refriega en Chalchihuapan, se utilizaron más de 900 cartuchos de gas lacrimógeno de 37-38 mm.
El ombudsman nacional especificó que hay testigos oculares del momento en que el policía disparó contra José Luis Tehuatlie.
Asimismo, indicó que el gobierno poblano encabezado por Rafael Moreno Valle, generó múltiples obstáculos para impedir la investigación y que durante su presentación de pruebas, jamás aportó la muestra de proyectiles que utilizó el 9 de julio en contra de la población.