- Salud
Una más del médico acusado de acosador laboral y sexual, el director de Servicios de Salud, Javier Guevara Arenas engaña a las mujeres tlaxcaltecas en el Día internacional de Cáncer de la Mujer al ofrecer servicios de colposcopia con médicos generales que además de no ser ginecólogos no cuentan con los estudios en colposcopia que duran más de seis meses, poniendo en riesgo un diagnostico con seriedad que le puede costar la vida a una mujer.
Los médicos generales que ofrecieron el pasado lunes estudios de colposcopia por instrucciones de Guevara Arenas, pusieron en riesgo un diagnostico real que a la postre puede generarles complicaciones, ya que los colposcopistas serios, en primera instancia estudian ginecología y posteriormente como mínimo dedican seis meses para preparase como colposcopistas.
Para el caso de los médicos de la SESA de Tlaxcala su preparación después de ser médicos generales fue de un día como colposcopistas, todo con el afán de cumplir con la meta y salir en la foto a pesar de ser un grave riesgo al engañar a las mujeres que confían en que los resultados son serios para evitar el cáncer cervico uterino.
Las inconsistencias del trabajo de la SESA no culminan con los médicos improvisados, sino que el mismo lugar en donde se realizó (a un costado del parque central de Tlaxcala) el estudio no contaba con las garantías de higiene y de privacidad para las mujeres que acudieron a recibir este servicio.
Además de que al haberse ostentado como colposcopistas, los médicos generales estarían incurriendo en el delito de Usurpación de Funciones Públicas o de Profesión, ya que el articulo 258 en el párrafo III dice que éste es un delito cuando se “Ejerza una actividad profesional sin estar legalmente autorizado para ello”.
Por si no bastara el engaño a la ciudadanía, la logística que se hizo para este evento fue pésima, poniendo en riesgo la vida de quienes transitaban o acudían a realizarse algún estudio, ya que los cables de corriente eléctrica se encontraban expuestos ante la fuerte lluvia que se presentó.
El in mobiliario era insalubre y sólo el que se utilizó para sacarse la foto por parte de los mandos medios y altos contaban con un forro y hasta un moño, para la plebe sillas sucias y oxidadas, además de quienes instalaron este improvisado consultorio gigante fueron más de 150 trabajadores, muchos de ellos se quedaron sin comer a pesar de que algunos cobran lo mínimo como voluntarios.